
Bosque de Piedras de Chijos en el altiplano de Puno
Ubicación, altitud y marco paisajístico
El Bosque de Piedras de Chijos se encuentra a unos 59 kilómetros al noreste de la ciudad de San Antonio de Putina, en el sector Chijos Bajo, en el borde norte de la cordillera oriental de los Andes. Aquí, la cadena montañosa marca el límite natural entre la depresión de Crucero al oeste y la cuenca Ananea–Ancocala al este. La zona pertenece al piso altitudinal de la Puna, con su típico clima de altura, horizontes abiertos y suelos aparentemente pobres, pero en realidad muy ricos en biodiversidad.
El bosque de piedra se extiende a lo largo de aproximadamente 10 kilómetros. Como una ola petrificada, la franja de roca recorre la meseta: torres, pilares y bloques de roca volcánica emergen de los pastizales y forman un parque natural de esculturas moldeadas por el viento, el agua y el paso del tiempo.
Origen geológico y rocas de la Formación Picotani
Según el Instituto Geológico Minero y Metalúrgico del Perú INGEMMET, el área forma parte de la Formación Picotani, una unidad litoestratigráfica de la era Cenozoica, específicamente de la época del Mioceno. Esta fase geológica abarca aproximadamente el período comprendido entre 23 y 7,2 millones de años.
En el Bosque de Piedras de Chijos se observa un complejo mosaico de rocas volcánicas, originadas en distintos conos volcánicos:
- Tufos (toba de cristales) e ignimbritas,
- Pelitas y pizarras,
- Andesitas y fragmentos riolíticos de tonalidad blanquecina,
- Obsidiana (vidrio volcánico),
- Cuarzos y otros componentes volcánicos.
A lo largo de millones de años, estos flujos de lava y depósitos de ceniza, en un principio masivos, fueron esculpidos por la erosión, la crioclastia (rotura por hielo) y el viento hasta dar lugar a las formas rocosas actuales, algunas completamente aisladas. El paisaje resultante es un auténtico libro abierto de geología de altura, visible y palpable a cada paso.
Figuras de piedra y la fantasía del visitante
El atractivo del Bosque de Piedras de Chijos no reside solo en su historia geológica, sino también en las “figuras” que se pueden reconocer en las rocas. Con un poco de imaginación, las formas parecen esculturas talladas con esmero:
- un pingüino que parece caminar por el altiplano,
- una doncella de piedra,
- un cóndor con las alas extendidas,
- un sapo (el sapo),
- formas que recuerdan a “musgos gigantes” y cojines vegetales,
- la silueta de una señora,
- un antiguo brontosaurio,
- torres de roca, capullos de rosa y muchas otras siluetas sugerentes.
Son especialmente llamativas las formaciones en las que la población local reconoce rostros humanos: guardianes de piedra que concentran la energía de la Pachamama. En la tradición quechua, lugares como este se consideran Wak’as: sitios sagrados, asiento de fuerzas y espíritus protectores.
Con cada paso aparecen nuevas perspectivas. El bosque de piedra es así un terreno ideal para personas con gran imaginación, que disfrutan descubriendo animales, figuras y símbolos en líneas y volúmenes de roca.

Flora y fauna de la Puna altoandina
A pesar del clima riguroso y de los suelos pedregosos, el Bosque de Piedras está rodeado de vegetación típica de la Puna. Entre los bloques rocosos y en las laderas crecen:
- Yareta, planta de vida muy larga que forma cojines verdes sobre las rocas,
- Ichu, el característico pasto andino,
- otras especies altoandinas adaptadas al frío, al viento y a la intensa radiación solar.
La fauna de la zona es igual de impresionante:
- Vicuñas que se mueven en pequeños grupos por la meseta,
- Taruka (venado andino),
- el zorro andino (zorro andino),
- así como diversas aves de altura que se desplazan entre rocas, quebradas y cielo abierto.
El contraste entre la dureza de la roca, los cojines vegetales y los discretos animales de altura convierte al Bosque de Piedras en un lugar fascinante para la observación, la fotografía y los estudios naturalistas.
Espiritualidad andina y rituales en el bosque de piedra
Para las comunidades de los alrededores, Chijos no es solo un monumento geológico, sino también un espacio espiritual. Entre las rocas existen lugares donde se realizan rituales del calendario andino, como por ejemplo durante el Año Nuevo Andino (Año Nuevo Andino).
En estas ceremonias se ofrecen pequeñas ofrendas a la Pachamama y a los Apus, los cerros protectores. Los característicos rostros de roca, considerados Wak’as, refuerzan la sensación de que el sitio irradia una energía especial. Para los visitantes es importante entrar en este espacio con respeto y cuidado, evitando mover piedras o dañar las formaciones rocosas.
Actividades: trekking, fotografía y exploración geológica
El Bosque de Piedras de Chijos resulta especialmente atractivo para:
- personas aficionadas a la caminata y el trekking, que buscan rutas fuera de los circuitos clásicos,
- fotógrafas y fotógrafos en busca de formas inusuales y juegos de luz,
- interesados en la geología que desean estudiar de cerca capas de roca, vulcanitas y formas de erosión.
Entre las actividades más habituales se encuentran:
- Caminatas/trekking a través del bosque de piedra,
- fotografía y vídeo de figuras rocosas, panorámicas y detalles,
- exploraciones geológicas de las rocas de la Formación Picotani.
Es recomendable contar con buena orientación, conciencia de la altitud y disposición para caminar sobre terreno irregular. Como la señalización oficial es limitada en algunos tramos, se aconseja realizar las rutas con acompañamiento local.
Cómo llegar al Bosque de Piedras de Chijos desde Puno
El viaje forma parte de la aventura y generalmente requiere un vehículo 4×4. Existen dos variantes principales de ruta, ambas pasando por Juliaca y Putina.
Ruta vía Juliaca y Putina
- Puno – Juliaca
Terminal Zonal de Puno – Terminal Pedro Vilcapaza (Juliaca)
Acceso: terrestre
Medio de transporte: combi
Tipo de vía: asfaltada
Distancia/tiempo: aprox. 45 km / alrededor de 1 hora - Juliaca – Putina
Terminal Pedro Vilcapaza – paradero Putina
Acceso: terrestre
Medio de transporte: combi
Tipo de vía: asfaltada
Distancia/tiempo: aprox. 92 km / alrededor de 1 hora 30 minutos
Variante 1: vía Chuquine
- Putina – C.P. Chuquine
Paradero Putina/Tarucani – Centro Poblado Chuquine
Acceso: terrestre
Medio de transporte: camioneta doble tracción
Tipo de vía: afirmada
Distancia/tiempo: aprox. 50 km / alrededor de 1 hora - Chuquine – sector Chijos Bajo
C.P. Chuquine – desvío al sector Chijos Bajo
Acceso: terrestre
Medio de transporte: vehículo 4×4
Tipo de vía: asfaltada
Distancia/tiempo: aprox. 8 km / alrededor de 10 minutos - Sector Chijos Bajo – Bosque de Piedras
Desvío Chijos Bajo – acceso al bosque de piedra
Acceso: terrestre
Medio de transporte: vehículo 4×4
Tipo de vía: trocha carrozable
Distancia/tiempo: aprox. 1 km / alrededor de 5 minutos
Variante 2: conexión directa desde Putina
- Putina – sector Chijos Bajo
Plaza de Armas de Putina/Muñani – desvío al sector Chijos Bajo
Acceso: terrestre
Medio de transporte: vehículo 4×4
Tipo de vía: asfaltada
Distancia/tiempo: aprox. 78 km / alrededor de 1 hora 30 minutos - Sector Chijos Bajo – Bosque de Piedras
Desvío – acceso al bosque de piedra
Acceso: terrestre
Medio de transporte: vehículo 4×4
Tipo de vía: trocha carrozable
Distancia/tiempo: aprox. 1 km / alrededor de 5 minutos
Mejor época para visitar y recomendaciones prácticas
Dado que el área se encuentra a gran altitud y el clima puede cambiar con rapidez, se recomienda visitar el Bosque de Piedras de Chijos principalmente entre abril y noviembre.
- Meses recomendados: de abril a noviembre (época seca, mejores caminos y visibilidad más clara).
- Horario recomendado: de 08:00 a 15:00 horas, para garantizar el retorno con luz diurna.
Sugerencias de equipo:
- ropa abrigadora en sistema de capas (gran contraste térmico entre sol y sombra),
- chaqueta cortaviento e impermeable,
- botas de trekking altas y resistentes,
- protección solar (sombrero, gafas de sol, bloqueador),
- suficiente agua y provisiones, ya que no hay infraestructura turística en el lugar,
- eventualmente bastones de trekking para caminar en terreno pedregoso.
Quien visita el Bosque de Piedras de Chijos se adentra en un paisaje donde se encuentran geología, imaginación y cultura andina: vulcanitas de millones de años, figuras de roca esculpidas por el viento, rostros sagrados y la inmensidad de la Puna, un laberinto de piedra para exploradoras y exploradores.

