
Casa de la Inquisición – Escuela de los Indios Nobles en Juli
Casa colonial y antigua escuela de élite en la Plaza de Armas
La Casa de la Inquisición – Escuela de los Indios Nobles en Juli se ubica directamente en la Plaza de Armas Ludovico Bertonio de la pequeña ciudad de Juli, frente al Templo San Pedro Mártir. Situada a casi 3.888 m de altitud, en la zona Suni del Altiplano, el clima es frío y seco, con una temperatura media de unos 11 °C. El edificio colonial, con casi 50 m de fachada, es hoy en gran parte una ruina; sin embargo, el frente conservado y el primer piso siguen dando testimonio de su antigua importancia como escuela de élite para nobles indígenas y como centro de poder y administración en la época colonial.
Arquitectura y estado actual
La Casa de la Inquisición es una casona colonial que se extiende con una larga fachada de piedra articulada a lo largo del lado este de la Plaza de Armas. Originalmente el edificio era de dos pisos, pero hoy solo se conserva el primer piso con su trabajada fachada. El segundo piso está sin techo; faltan ventanas y entrepisos, y el interior se encuentra en estado ruinoso.
Aun así, desde el exterior todavía pueden apreciarse muchos detalles del diseño original: portadas de piedra, escudos, relieves, arcos y elementos decorativos que remiten a las distintas funciones que tuvo la casa a lo largo del tiempo: desde la «Casa Cuentas» hasta la «Cárcel» y, más tarde, la «Subprefectura».
Historia: dominicos, jesuitas e indios nobles
Las primeras partes de la casa fueron construidas en tiempos de los dominicos, aproximadamente entre 1535 y 1565, cuando Juli se consolidaba como un importante centro religioso a orillas del lago Titicaca. Más tarde, durante el gobierno del virrey Toledo, el edificio fue acondicionado como Casa de la Inquisición y Escuela de los Indios Nobles. Aquí se educaba a nobles indígenas y a los hijos de caciques, de forma similar a lo que ocurría en los célebres colegios de Cusco y Lima.
Durante los aproximadamente dos siglos de presencia jesuita en Juli, el complejo funcionó como colegio y residencia tanto para la orden como para la élite indígena. La fachada actual conserva huellas de estas distintas etapas de uso.
Tres tramos de fachada
La larga fachada hacia la calle de la Casa de la Inquisición se divide en tres tramos claramente diferenciados, cada uno con su propia historia.
1. Tramo: «La Casa Cuentas»
La primera parte de la fachada se presenta como una casa urbana independiente con dos portadas de piedra finamente trabajadas. Esta sección se conoce como «La Casa Cuentas», ya que allí se llevaban antiguamente los asuntos de finanzas y administración.
- Portadas con relieves de piedra: sobre los dinteles y jambas se observan emblemas heráldicos y relieves florales en alto relieve.
- Frontón con escudos: sobre una de las entradas se aprecia un frontón semicircular con dos escudos:
- el escudo del Reino de España,
- un escudo de la nobleza inca y lupaca, con la figura del águila bicéfala al fondo.
- Columnas con decoración barroca: a los lados de una de las puertas se elevan dos columnas de piedra circulares con ornamentación barroca, probablemente añadidas en el siglo XVIII.
En un portal contiguo se distingue un frontón triangular con el emblema jesuita (IHS). Esta entrada conducía a la residencia de los jesuitas y a los ambientes donde se alojaban y transitaban los rectores del colegio y los hijos de caciques.
2. Tramo: «La Cárcel»
El segundo tramo de la fachada es más sobrio, pero igualmente elocuente:
- una pequeña ventana con dintel de piedra y una inscripción grabada,
- junto a ella, una puerta con portada de piedra,
- por encima, restos de arcos de adobe que dejan entrever antiguos cuerpos superiores o bóvedas.
Esta parte fue utilizada en el siglo pasado como «La Cárcel», es decir, la cárcel de la ciudad. Hasta hoy conserva este nombre en la memoria popular y recuerda los aspectos más represivos del orden colonial y republicano.
3. Tramo: «La Subprefectura»
El tercer tramo presenta una fachada más moderna, pero restaurada, con una portada de piedra decorada con motivos florales. Esta sección de la casa es conocida como «La Subprefectura», ya que aquí funcionó en su momento la Subprefectura, una importante oficina provincial.
Aunque actualmente esta parte del edificio ya no alberga oficinas de gobierno, su fachada mantiene la imagen de Juli como centro administrativo y de poder de la región.
Ubicación y cómo llegar dentro de Juli
La Casa de la Inquisición se encuentra en el corazón de la Plaza de Armas Ludovico Bertonio, justo frente al Templo San Pedro Mártir. Quien recorre Juli difícilmente pasa por alto este edificio.
- De Puno a Juli: desde el Terminal Zonal de Puno salen minibuses públicos por carretera asfaltada durante unos 82 km hasta el Terminal Zonal de Juli (aprox. 1 hora 20 minutos).
- Del terminal a la plaza: desde allí se toma un taxi por vías asfaltadas unos 1,5 km (unos 6 minutos) hasta la Plaza de Armas (lado este).
Desde la plaza es muy fácil ubicar la fachada de la Casa de la Inquisición: se extiende a lo largo del lado este, frente a la iglesia de San Pedro Mártir.
Horarios y experiencia de visita
En la actualidad, la Casa de la Inquisición ya no es accesible por dentro; las puertas permanecen cerradas. Aun así, merece la pena acercarse para estudiar la fachada y sus detalles desde el exterior.
- Época de visita: todo el año
- Horario recomendado: aproximadamente de 08:00 a 17:00 horas
- Días: especialmente de lunes a viernes, cuando la plaza está más animada
El edificio, junto con las iglesias y otras casonas coloniales que rodean la Plaza de Armas, conforma un conjunto de arquitectura colonial al aire libre ideal para un recorrido urbano.
Actividades para visitantes
Aunque los interiores no puedan visitarse, la Casa de la Inquisición ofrece múltiples puntos de interés para los viajeros:
- Fotografía y vídeo – la fachada, las portadas, los escudos y los relieves son motivos excelentes para fotografías de arquitectura y detalles.
- Actividades culturales en Juli – la visita puede combinarse con recorridos por la ciudad, visitas a las iglesias y eventos culturales.
- Estudios e investigación – la casa es un objeto fascinante para quienes investigan la historia colonial, las misiones jesuitas y la educación de las élites indígenas.
- Observar la vida cotidiana – desde la plaza se puede contemplar la vida diaria de la población de Juli, con la Casa de la Inquisición como telón de fondo histórico.
- Arte y folclore – en fiestas, danzas, conciertos o representaciones teatrales, el edificio suele servir de escenario para actividades culturales.
Quien se detiene a observar la fachada con calma descubre en la Casa de la Inquisición – Escuela de los Indios Nobles en Juli un verdadero punto de cruce entre la Corona española, la aristocracia indígena, el poder de las órdenes religiosas y la población local. Es un testimonio silencioso, pero muy elocuente, de la compleja historia de Juli.

