Chupe de Camarones – La legendaria sopa de Arequipa
Una obra maestra de la cocina surperuana
El Chupe de Camarones es considerado uno de los emblemas culinarios de Arequipa. Esta contundente sopa combina el delicado sabor de los camarones de río con una base sazonada de ají colorado, cebolla y ajo. La adición de leche y queso fresco crea un equilibrio perfecto que convierte al chupe en una especialidad única.
Origen y tradición
La historia de este plato se remonta a tiempos antiguos. Ya en el siglo XIX, el naturalista Antonio Raimondi describía la técnica del caspado: los camarones se tostaban ligeramente sobre piedras calientes hasta que su caparazón se volvía rojo, y luego se secaban al sol. Así se conservaban para utilizarlos más adelante en sopas como el chupe.
Sus raíces están en la fusión de los chupis andinos (sopas a base de vegetales y cereales) con guisos de origen español. En Arequipa se transformó en un plato con identidad propia y carácter regional.
Ingredientes del Chupe de Camarones
Los componentes típicos de esta sopa abundante son:
- Camarones de río frescos
- Ají panca o ají colorado como base roja
- Cebollas, ajo y tomates
- Papas, zapallo (especialmente de Yumina y Sabandía), choclo y habas
- Huevera (huevos de pescado) para mayor intensidad
- Leche y queso fresco andino
- Un huevo escalfado añadido justo antes de servir
- La hierba aromática andina huacatay, que aporta un carácter inconfundible
La armonía de los sabores
El secreto del chupe está en la combinación de picante, cremosidad y sabores terrosos. El ají da fuerza, mientras la leche y el queso equilibran el gusto. Las papas, el zapallo y las habas brindan textura y consistencia, y el huacatay aporta la esencia andina. El toque final es el huevo con yema suave, que añade riqueza al plato.
Una fiesta para los sentidos
El Chupe de Camarones es más que una sopa: es expresión de la identidad de Arequipa y de su refinada tradición gastronómica. Quien visite la “Ciudad Blanca” no puede dejar de probarlo, ya sea en una picantería tradicional o en un restaurante moderno. Cada cucharada evoca la historia, los paisajes y los sabores de la región.