
Fiesta de la Santísima Cruz de Mayo en Huancané
Panorama general: devoción andina entre la Plaza, la Plazoleta Grau y el Cerro Calvario
La Fiesta de la Santísima Cruz de Mayo en Huancané es una de las celebraciones religiosas más intensas y vivas del norte de la región Puno. Cada año, del 1 al 5 de mayo, la Plazoleta Grau, la Plaza de Armas, el Cerro Calvario y las casas de los fieles se convierten en escenarios de profunda religiosidad popular: procesiones con siete cruces veneradas, vigilias nocturnas, música andina de sicuris y danzas coloridas hacen de esta festividad una expresión poderosa de la cultura aymara en el Altiplano.
Lugar y origen de la celebración
En el centro de la fiesta se encuentra una cruz venerada ubicada en la Plazoleta Grau, a unos tres bloques al oeste de la Plaza de Armas de Huancané. Desde allí, durante varios días, se despliega un tejido denso de:
- liturgia en el Templo Santiago Apóstol,
- procesiones por las calles de la ciudad,
- danzas y música en la Plazoleta Grau, la Plaza de Armas y, sobre todo, en el Cerro Calvario,
- celebraciones en las casas de los alferados y devotos.
Las raíces de la festividad enlazan la veneración católica de la cruz con antiguas ideas andinas de protección, gratitud y petición de buenas cosechas: un ejemplo típico de sincretismo entre espiritualidad cristiana y aymara.

Desarrollo de la fiesta: del 1 al 5 de mayo
Las actividades se extienden a lo largo de varios días:
- 1 de mayo: ceremonias de apertura, misas y primeras presentaciones de danza en la Plazoleta Grau y la Plaza de Armas.
- Días intermedios: procesiones, visitas a las distintas cruces, fiestas en casa de los alferados, música y danzas.
- 5 de mayo: procesiones de cierre, ceremonias religiosas y el simbólico traspaso a los nuevos alferados.
El gran centro de los días festivos es el Cerro Calvario, entendido como un lugar simbólico de pasión y bendición sobre Huancané. Allí se reúnen fieles, conjuntos musicales y grupos de danza para venerar la cruz, bailar y velar.
Las siete cruces y sus alferados
Las cruces del Cerro Calvario
Un rasgo particularmente característico de la Cruz de Mayo en Huancané es la veneración de siete cruces, cada una representada por un alferado (la mayordomía o padrinazgo festivo):
- Jacha Tatitu (gran señor, cruz principal)
- Tatitu Díaz
- Tatitu Mamani
- Primera Cruz del Bosque
- Segunda Cruz del Bosque
- Cruz de Muñapata
- Cruz de Huertapata
Cada cruz tiene sus propios devotos, rituales y fiestas en casa. En conjunto forman una red espiritual que enlaza ciudad, cerro, campos y barrios.
Ascenso y vigilia nocturna en el Calvario
En la tarde del primer día, las siete cruces ascienden al Cerro Calvario con sus alferados y comitivas:
- El Jacha Tatitu, la cruz principal, ocupa una posición central en el corazón del cerro.
- La Primera Cruz del Bosque se ubica en la ladera derecha.
- La Segunda Cruz del Bosque toma la ladera izquierda.
- Tatitu Díaz y Tatitu Mamani suben hasta la cima del Calvario.
Allí permanecen toda la noche en un velorio: una vigilia con oraciones, música, luz de velas y danza. Los fieles encienden velas, rezan largamente y piden protección, salud y buenas cosechas.
Descenso al amanecer
Con las primeras luces del día comienza el descenso de las cruces de regreso a la ciudad. Antes, el párroco otorga la bendición a las cruces y a los devotos reunidos. La escena —cruces, velas, música y el amanecer sobre el Altiplano— es uno de los momentos más conmovedores de la festividad.
Música y danzas de la Cruz de Mayo
Conjuntos de sicuris y agrupaciones musicales
La Cruz de Mayo es también un gran festival de sicuris, las emblemáticas agrupaciones de zampoñas del Altiplano. Durante procesiones, en la Plazoleta Grau, la Plaza de Armas, el Cerro Calvario y las casas de los alferados, suenan, entre otros:
- Los Intercontinentales
- Los Aymaras
- Los Claveles Rojos
- Proyecto Parihuanas
- 19 de Setiembre
- Generación Aymaras
Estas agrupaciones interpretan las melodías sicuri que hacen vibrar el pueblo y han dado fama a la fiesta mucho más allá de Huancané.
Danzas autóctonas y personajes festivos
Además de los sicuris, varias danzas autóctonas marcan el pulso de la celebración. Entre las más llamativas se encuentran:
- Pulipulis
- Kusillos (personajes con máscaras y trajes coloridos)
- Quenaquenas
- Moqolulos
- otros grupos como Chiriwuanos y Kaperos
Con vestimentas multicolores —a menudo muy elaboradas— acompañan procesiones y actos, bailan frente a las cruces y llenan calles y plazas de movimiento. Cada grupo aporta su propia simbología, música y coreografía, profundamente enraizadas en la región.
Rituales religiosos y fiestas en casa
Durante los días festivos, las siete cruces se veneran en visitas rituales sucesivas. En cada estación:
- se encienden velas,
- se realizan oraciones y cantos,
- los devotos ofrecen flores, pequeños presentes y ofrendas.
Una parte esencial de la fiesta son las celebraciones en las casas de los alferados. Familiares, vecinos, amistades y visitantes se reúnen para comer, beber, bailar y celebrar el honor del cargo. Así, lo religioso y lo social se funden en un gran ritual comunitario.
Traspaso: entrega a nuevos alferados
El último día está dedicado al traspaso, la entrega simbólica de la responsabilidad a los nuevos alferados. En una ceremonia solemne:
- se presentan los nuevos padrinos y madrinas de las cruces,
- reciben la tarea de portar y venerar la cruz durante el siguiente año,
- se reafirma públicamente su compromiso ante la comunidad, las cruces y Dios.
Acompañado de música, aplausos, abrazos y emoción, el traspaso es uno de los puntos culminantes de la fiesta. Para visitantes, también es uno de los mejores momentos para percibir la estructura social y la cohesión comunitaria de Huancané.
Experiencias para visitantes
La Fiesta de la Cruz de Mayo ofrece muchas formas de conocer cultura, espiritualidad y vida cotidiana en Huancané:
- Fotografía y video: procesiones, danzas, sicuris, cruces en el Cerro Calvario y vigilias nocturnas brindan imágenes únicas.
- Participación religiosa: asistir a misas, procesiones y momentos de oración, siempre con respeto por los rituales.
- Artesanía: compra de artesanía local y recuerdos ofrecidos durante los días festivos.
- Vida social: encuentros con familias, vecinos y peregrinos en un ambiente de comunidad.
- Estudios e investigación: un campo fértil para enfoques etnológicos, religiosos y musicológicos.
Quien vive la Cruz de Mayo en Huancané se sumerge en una cultura festiva sincrética y profundamente viva, donde paisaje andino, fe católica y tradición aymara se encuentran de manera impresionante.

