
Fortaleza en el cerro Jaquejaytahui cerca de Pomata
Fortaleza aymara de montaña sobre los andenes del Altiplano
La pequeña ciudad de Pomata, en la orilla sur del lago Titicaca, conserva huellas notables de los reinos aymaras que se desarrollaron en esta parte del Altiplano. Una de las más espectaculares es la fortaleza del cerro Jaquejaytahui, un poderoso complejo amurallado en la montaña del mismo nombre. Se ubica en el territorio de las comunidades campesinas de Llaquepa, Tambillo y Jaquehuaytahui y domina, como un vigía de piedra, los andenes agrícolas del entorno y las vistas hacia el lago.
La fortaleza de Jaquejaytahui es un ejemplo típico de las ciudadelas de altura de las señoríos aymaras: anillos concéntricos de murallas, áreas ceremoniales, sectores habitacionales y andenes agrícolas se funden en un paisaje defensivo y ritual que, en parte, continúa en uso hasta hoy.
Estructura y dimensiones de la fortaleza de Jaquejaytahui
Triple anillo de murallas en la ladera
La fortaleza está organizada como una defensa escalonada en forma de anillos. A lo largo de las laderas del cerro Jaquejaytahui se extienden tres murallas concéntricas y paralelas que rodean la falda de la montaña. En algunos tramos están deterioradas por el tiempo y el clima, pero su trazado sigue siendo claramente visible.
Son característicos los refuerzos dobles en el interior de los muros:
- las murallas están construidas con bloques de piedra,
- los contrafuertes generan un ancho de aprox. 1 metro para pasillos de control internos,
- lo que permitía a los vigilantes desplazarse con mayor facilidad y protección a lo largo de la línea defensiva.
Magnitud del sistema defensivo
Las cifras subrayan la importancia del sitio como gran complejo de época aymara:
- Longitud total del sistema defensivo: más de 5.900 m
- Superficie del área total: aprox. 54 hectáreas
- Ancho de las murallas: en promedio 4,20 m, y en sectores expuestos hasta 6 m
- Distancia entre anillos: aprox. 90 m
- Entre las murallas: dispersos viviendas, depósitos y otras estructuras, indicio de ocupación permanente o estacional.
La fortaleza parece una corona de piedra sobre el cerro: anillos que combinan protección, control y prestigio simbólico.

Sectores de la fortaleza: culto, administración y vida cotidiana
Dentro de los anillos defensivos se distinguen tres áreas funcionales que reflejan las tareas que tuvo el complejo.
1. Zona ceremonial en la cumbre
En la cima del cerro Jaquejaytahui existió un centro ceremonial. Aunque parte de las estructuras se ha perdido con el tiempo, aún quedan restos de un recinto ritual donde los pobladores de los alrededores continúan realizando ofrendas y plegarias.
Es probable que este sector estuviera dedicado a cultos a los ancestros, a los apus (espíritus tutelares de las montañas) y a ceremonias comunitarias importantes: un lugar sagrado por encima de las murallas.
2. Accesos, rampas y áreas administrativas
Entre la primera y la segunda muralla se extiende una zona con funciones más administrativas y logísticas:
- un sector de ingreso con torres para controlar el acceso,
- corrales dentro de la primera muralla, posiblemente para animales o almacenamiento temporal,
- una segunda muralla de pirca con rampa,
- otras construcciones de gestión, como:
- depósitos y almacenes,
- espacios para organización y control,
- infraestructura para abastecer a vigilantes y pobladores.
Este sector habría sido el corazón organizativo del complejo, donde se concentraban el control del ingreso, el almacenamiento y el abastecimiento.
3. Sector habitacional detrás de la tercera muralla
Tras la tercera muralla aparece un espacio de arquitectura más sencilla que, con mucha probabilidad, funcionó como zona residencial. Aquí habrían vivido personas que trabajaban de forma permanente o estacional en torno a la fortaleza:
- pobladores de comunidades cercanas,
- familias de los vigilantes,
- responsables de los andenes y del manejo de reservas.
La separación entre zona ceremonial, administrativa y residencial refleja la organización social y funcional de la sociedad aymara.
Paisaje de andenes y uso actual
Las laderas inferiores del cerro Jaquejaytahui están rodeadas por un complejo sistema de andenes (terrazas agrícolas). Estas terrazas:
- se remontan a época prehispánica,
- están sostenidas por muros de piedra,
- se siguen utilizando para el cultivo de especies de altura.
Así, la fortaleza no es solo un monumento arqueológico, sino parte de un paisaje cultural vivo donde continúan prácticas agrícolas tradicionales.
Flora, fauna y paisaje
Fauna de roquedos y altura
En las zonas rocosas alrededor de la fortaleza se observan con frecuencia vizcachas, roedores de aspecto similar al conejo que se posan en salientes de roca para vigilar el entorno.
Vegetación andina alrededor de la fortaleza
Las laderas del cerro muestran plantas típicas del Altiplano:
- cantuta – flor emblemática con campanas de colores,
- panti panti – planta local en laderas y caminos,
- muña – hierba aromática usada también con fines medicinales,
- pajonales – pastos densos que fijan el suelo,
- arbustos y cactus andinos, adaptados a sequedad, viento y altura.
Vistas sobre el lago y las montañas
Desde la fortaleza se abren panorámicas magníficas del Altiplano:
- el lago Titicaca,
- la lejana Cordillera Real de Bolivia,
- y el volcán Khapia, apu protector venerado en la región.
En el cielo suelen aparecer gaviotas andinas, perdices, bandurrias negras, águilas, cernícalos, aves locales como jakacllos y lequechos, además de golondrinas, completando la imagen de un paisaje altoandino vivo.
Ubicación y cómo llegar a la fortaleza del cerro Jaquejaytahui
Acceso vía Puno y Tambillo
La fortaleza se ubica en el interior de Pomata y se alcanza a través de comunidades cercanas:
- Puno – Tambillo: desde el Terminal Terrestre Zonal Sur de Puno salen minibuses públicos por carretera asfaltada aprox. 120 km hasta el desvío a la comunidad campesina de Tambillo (zona de la escuela de Tambillo). Tiempo de viaje: aprox. 2 horas.
- Tambillo – km 3 (trocha hacia el cerro Khapia): desde el desvío continúa una trocha carrozable que se recorre a pie aprox. 3 km en unas 1 hora.
- km 3 – fortaleza del cerro Jaquejaytahui: desde allí un sendero de montaña de aprox. 1,5 km conduce al sitio, con un tiempo estimado de 1 hora.
Se recomiendan buenos zapatos de montaña, abrigo por capas y suficiente agua, ya que el ascenso discurre por terreno irregular y, en partes, empinado.
Mejor época y horarios recomendados
La fortaleza del cerro Jaquejaytahui puede visitarse todo el año:
- Temporada: todo el año
- Horario recomendado: aprox. 06:00 – 15:00, para completar ida y vuelta con luz de día
En la temporada seca (aprox. abril a octubre) los caminos suelen estar más firmes; en la temporada de lluvias (noviembre a marzo) los tramos rocosos pueden volverse resbaladizos.
Actividades para visitantes
La fortaleza del cerro Jaquejaytahui combina muy bien trekking, naturaleza y arqueología:
- Observación de fauna – especialmente vizcachas en los roquedos.
- Observación de flora – cantuta, muña, pajonales, arbustos y cactus del Altiplano.
- Observación del paisaje – vistas amplias del Titicaca, la Cordillera Real y el apu Khapia.
- Avistamiento de aves – gaviotas, ibis, rapaces, perdices, jakacllos, lequechos y golondrinas.
- Caminata/Trekking – una ruta adecuada para caminantes con experiencia en altura y terreno de montaña.
Quien visita la fortaleza del cerro Jaquejaytahui se sitúa en un antiguo puesto de vigilancia de los reinos aymaras, desde el cual se domina tanto la historia de piedra de la región como la majestuosidad del paisaje del Altiplano.

