
La Danza Guerrera de los Unkakus – danza guerrera de lluvia de Pacaje, Macusani
Panorama general: representación carnavalesca guerrera y ritual de lluvia en el altiplano de Puno
La Danza Guerrera de los Unkakus es una danza autóctona, carnavalesca y a la vez guerrera de la comunidad campesina de Pacaje, en el distrito de Macusani, provincia de Carabaya, región Puno. Expresa el valor, la fuerza física y las capacidades combativas de los hombres de Macusani y, al mismo tiempo, constituye un complejo ritual que busca atraer la lluvia, la fertilidad y la protección de campos y ganados.
El término Unkaku se utiliza en la tradición local para designar a las personas mayores y sabias, a quienes se atribuyen poderes mágicos. En la danza, estas figuras míticas se entrelazan con los danzantes de hoy: en juegos coreográficos de combate, ceremonias de lluvia y acciones simbólicas de sanación, los Unkakus mantienen viva la memoria de una cultura andina profundamente arraigada.
Origen, significado y contexto cultural
La Danza de los Unkakus está anclada en la vida cotidiana rural de Pacaje y se presenta sobre todo en el tiempo de carnaval. En ella se combinan:
- elementos guerreros que representan valor, fuerza y capacidad defensiva,
- peticiones rituales de lluvia y fertilidad dirigidas a los Apus (espíritus de los cerros) y a la Pachamama,
- gestos médico-simbólicos que expresan limpieza, sanación y protección,
- un marcado carácter festivo colectivo con música, colores, danza y humor.
En el centro se encuentra el hombre de Macusani con sus tradiciones, su relación con la naturaleza y su capacidad de enfrentar resistencias –sean peligros climáticos o conflictos sociales– mediante una elaboración ritual en el baile.
Personajes, roles y acompañamiento musical
El conjunto de la Danza de los Unkakus está formado por unos 30 varones. Dentro de este grupo se distinguen claramente cinco personajes principales, que ordenan el desarrollo del ritual:
Personajes principales de los danzantes
- Paña Machula – jefe principal de los danzantes, ubicado en el lado derecho; es el guía más importante del grupo.
- Lloqe Machula – segundo jefe, en el lado izquierdo, que complementa al Paña Machula.
- Jefe de los Quellwas – jefe de los abanderados (quellwas), coordina a los portadores.
- Teniente o Sayac Quellwa – lleva una bandera blanca y anuncia la paz.
- Sargento Quellwa – porta la bandera peruana y simboliza fuerza, nación y orden.
A ellos se suman los danzarines, los bailarines que ejecutan las diferentes secuencias de movimientos y actos rituales.
Los músicos y sus funciones
Los Unkakus están acompañados por un conjunto musical que, con tambores, pinquillos (flautas) y otros instrumentos de percusión, marca un ritmo potente. También aquí existe una jerarquía definida:
- Paña Órgano – músico principal y director del conjunto,
- Lloqe Órgano – subdirector musical,
- Paña Tambor – tambor mayor del lado derecho,
- Lloqe Tambor – tambor del lado izquierdo.
El diálogo entre música y movimiento es decisivo: golpes de tambor, melodías de flauta y percusión regulan la intensidad de la danza, desde el ritual solemne hasta el desenfreno festivo.
Ritual de la vestimenta y preparación para la fiesta
Antes de la presentación pública en los días de carnaval, se realiza un importante ritual de víspera. Este tiene lugar en la Casa del Alferado, es decir, en la casa del responsable de la fiesta.
- Lugar: casa del Alferado
- Momento: noche anterior al día central
- Rol del Alferado: dirige la ceremonia y organiza las celebraciones de carnaval
Para el ritual se utilizan diversos elementos:
- hojas de coca
- cigarrillos
- alcohol
- incienso
- licor de anís (anisado)
- chicha (bebida fermentada de maíz)
Los válidos (ayudantes) apoyan a Paña Machula y Lloqe Machula al momento de vestirlos y al preparar los instrumentos musicales para la bendición ritual. Mientras tanto, Paña Machula y Lloqe Machula realizan una danza especial hacia las cuatro direcciones cardinales, pidiendo a los Apus lluvia y buena producción.

Movimientos simbólicos y plantas del ritual
La coreografía de los Unkakus está compuesta por una serie de movimientos que son a la vez guerreros y ritual-simbólicos. Dos plantas sagradas ocupan un lugar central:
- Weq’ontoy – se empuña en la mano como una espada para atraer la lluvia.
- Sejoenka – rama vegetal que también llama a la lluvia y a la fertilidad.
Ambas se utilizan para solicitar buena producción agrícola y ganadera, es decir, abundantes cosechas y rebaños sanos.
Movimiento P’ajchi
En el P’ajchi, Paña Machula y Lloqe Machula bailan hacia las cuatro direcciones. Elevan los brazos y las manos, giran y manejan las plantas:
- Weq’ontoy – como una espada que convoca la lluvia,
- Sejoenka – como símbolo complementario de fertilidad.
Este gesto es una invocación directa a los Apus, los espíritus de los cerros, para que envíen lluvia y aseguren la cosecha.
Movimiento Yawar Maqui
En el Yawar Maqui (“mano de sangre”), los danzantes se agachan, espalda con espalda. Balancean el Weq’ontoy con fuerza de izquierda a derecha. En esta posición:
- realizan una limpia (purificación),
- expulsan las energías negativas pasando el Weq’ontoy por la espalda y el cuerpo del compañero.
Este movimiento constituye un acto simbólico de sanación, que cierra el paso al mal y a la enfermedad.
Movimiento Penq’ocha
En el Penq’ocha, los danzantes entrelazan sus brazos e intentan demostrar su fuerza y superioridad frente al otro. Es una secuencia de gran exigencia física que resalta el carácter combativo de los Unkakus.
Movimientos Despide Guerra y Qhaswa
Al final de las secuencias guerreras llega el movimiento Despide Guerra, la “despedida de la guerra”. Los danzantes:
- unen Weq’ontoy y Sejoenka en un mismo puño,
- balancean el cuerpo de izquierda a derecha,
- marcan así el paso del conflicto a la reconciliación.
A continuación viene la Qhaswa, una danza festiva y extática que simboliza la victoria y la alegría. En este momento, los Unkakus se preparan para representar la guerra de manera simbólica, ahora con las Waracas (hondas) en la mano.
Al final arrastran detrás de sí el Enkaychu, una figura en forma de cruz hecha con flores de Sejoenka. Esta estructura transmite a los Unkakus fuerza corporal y espiritual.
La danza en carnaval: juegos de combate y sanación
Durante el carnaval, los Unkakus se presentan en formaciones claramente estructuradas:
- Los danzantes se disponen en columnas que forman dos bandos enfrentados.
- Entre ambos se mueven los Quellwas con sus banderas blancas, como mediadores y símbolos de paz.
El Toro Pujllay
Uno de los momentos más impactantes es el Toro Pujllay. En esta escena:
- los Unkakus se transforman simbólicamente en cóndores,
- una figura que representa a un toro entra en la “arena”,
- el “toro” intenta embestir y derribar a los cóndores,
- se desarrolla una lucha juguetona que provoca alegría y tensión en el público.
Tras la muerte simbólica del toro, el Alferado reparte las “partes” del animal entre los Unkakus y los asistentes. Este gesto es un acto de compartir fuerza y alimento.
Hondeo de Waracas – sanación y protección
El movimiento central de la danza es el hondeo de las Waracas, las hondas tradicionales. Según la tradición, este gesto representa:
- sanación y medicina,
- la expulsión de todo lo malo del cuerpo,
- la protección de la comunidad frente a enfermedad y desgracia.
Los Unkakus hacen girar sus Waracas mientras llevan el Weq’ontoy consigo. Los Quellwas se ubican en el centro y agitan sus banderas blancas como señal de paz y de orden ritual.
Trajes y vestimenta de los Unkakus
El traje de los Unkakus es tan significativo como la coreografía. Está confeccionado con fibras de alpaca, llama u oveja y es a la vez funcional y cargado de simbolismo.
Prendas principales
- Unkarina o Unku
la prenda más importante; una túnica de bayeta (tejido denso de lana) de oveja, alpaca o llama, ricamente bordada con figuras y diseños. - Pantalón y camisa
de bayeta negra de lana de oveja, que constituyen la base del atuendo. - Chalina
chal de lana de oveja, con el que la Unkarina se ajusta al cuerpo.
Cobertura de cabeza y equipo
- Wanq’oyllo
cobertura de cabeza que protege del sol y del frío, imprescindible en el clima del altiplano. - K’epiña
carga dorsal de fibra de alpaca, en la que se transportan las Hondas (Waracas) y las flores. - Medias
de lana de oveja, que abrigan los pies. - Polq’o
calzado de cuero de llama o alpaca, resistente y adaptado al terreno áspero.
La vestimenta vincula visiblemente a los danzantes con su mundo pastoril y campesino y, al mismo tiempo, los transforma en figuras guerreras rituales que se mueven entre la vida cotidiana y el mito.
Dimensión espiritual y significado actual
La Danza Guerrera de los Unkakus es mucho más que una presentación folclórica. Es:
- un ritual de lluvia y fertilidad,
- un rito de sanación y limpieza del cuerpo y de la comunidad,
- una afirmación cultural de la comunidad de Pacaje y de Macusani,
- un archivo vivo de mitos, movimientos y símbolos de la cultura andina.
Para los visitantes, la danza ofrece una experiencia intensa de espiritualidad y estética andinas. Quien se encuentra con los Unkakus no presencia solo una “función”, sino un diálogo entre el ser humano, la montaña, la lluvia y la historia, condensado de forma poderosa en movimiento, música y lana multicolor.

