
La danza Jilakatas de Pomata: danza ceremonial de los aymaras
Panorama general: danza ritual aymara y espejo de la agricultura
La danza Jilakatas de Pomata es una forma ceremonial y costumbrista en la que se condensan las experiencias ancestrales de las comunidades aymaras del lago Titicaca. Estrechamente ligada al ciclo agrícola, se baila sobre todo cuando los campos están en floración y alcanza su punto máximo durante la época de Carnaval. Interpretada por los Jilakatas —autoridades comunales y Tenientes Gobernadores del distrito—, esta danza expresa a la vez fertilidad, estatus social y orden cósmico.
Origen y significado de la danza Jilakatas
Jilakatas: autoridades en movimiento
La danza forma parte de la práctica ritual y cotidiana de los aymaras en Pomata. Los Jilakatas —autoridades locales y Tenientes Gobernadores— la ejecutan en Carnaval, cuando los campos están verdes y las plantas crecen. En sus movimientos se reflejan:
- la alegría por la producción agrícola,
- la responsabilidad de las autoridades frente a la comunidad,
- la estrecha relación entre el ser humano, la tierra y lo sobrenatural.
La danza Jilakatas es así mucho más que una exhibición folclórica: es un ritual vivo donde se vuelven visibles la fe, las ideas cósmicas y el orden social.
Vestimenta y simbolismo textil
Bayeta: lana tejida del Altiplano
La indumentaria de las y los danzantes está confeccionada en bayeta, un tejido tradicional de lana de oveja elaborado en telares horizontales. En los trajes predominan los siguientes colores:
- negro
- amarillo
- verde
- fucsia
En las superficies textiles aparecen numerosas iconografías y símbolos que no se repiten al azar. Muchos se vinculan con:
- predicciones del año,
- los movimientos de las estrellas,
- el comportamiento de aves y animales.
La vestimenta se convierte así en una cosmología portátil, que expresa la relación entre naturaleza, lo sobrenatural y la comunidad.

Iconos de la tierra: surcos, ríos, animales
Un motivo central de la iconografía textil es el mayu (río), que orienta tanto en el espacio como en el universo simbólico. Otros motivos se refieren a:
- surcos (huellas del arado y líneas de cultivo),
- formas de flores y círculos que simbolizan crecimiento y floración,
- la flora y fauna del Altiplano,
- el movimiento de los astros y el cielo mismo.
Según la visión aymara, existe una relación mística entre estos signos textiles y la realidad social y agrícola: la naturaleza es guiada por fuerzas sobrenaturales a las que se recurre mediante rituales y señales.
Simbolismo del color y cosmología
El color ocupa un lugar central en la danza Jilakatas. Los tonos se mueven entre colores cálidos y fríos que se contrastan de forma intencional. Se inspiran en el arcoíris que aparece sobre el Altiplano tras una llovizna, cuando la luz del sol se refracta en el agua.
Cada color porta un significado:
- blanco: día
- negro: noche
- amarillo: mañana, amanecer
- rojo: tarde, atardecer
De ahí surge un sistema cromático de orden basado en el principio de la dualidad: luz y oscuridad, día y noche, hombre y mujer. En este universo de colores se refleja la idea aymara de que el mundo se organiza a partir de opuestos complementarios.
Coreografía y orden social
Dualidad entre hombre y mujer
La danza Jilakatas se baila siempre en pareja: hombre y mujer, Jilakata y su compañera. Esta formación encarna la dualidad social de la sociedad aymara: ambos géneros son complementarios y comparten la responsabilidad por la familia, la comunidad y la tierra.
Movimientos de la tierra
La coreografía es una expresión danzada de la alegría por la producción agrícola. Los pasos y figuras representan:
- surcos (formaciones rectas que recuerdan líneas de cultivo),
- círculos (movimientos cíclicos como imagen de las estaciones),
- formas de flor (figuras que evocan plantas y brotes),
- otras formas que aluden a fenómenos naturales y elementos del paisaje.
A la vez, los pasos expresan el estatus de las autoridades: la postura, el ritmo y la calidad del movimiento hacen visible el rol de los Jilakatas dentro de la estructura social.
Música: pinquillos, bombos y ritmo pausado
La música de la danza Jilakatas es alegre y envolvente, pero sigue un ritmo más bien lento y sostenido, acorde con la dignidad de las autoridades. Se utilizan únicamente instrumentos tradicionales:
- Aerófonos: sobre todo el pinquillo, una flauta que se ejecuta en la misma escala que la quena,
- Membranófonos: bombo y tambor, que marcan la base rítmica.
La combinación de melodía de flauta y golpes de tambor crea una atmósfera a la vez solemne, terrenal y casi trance, ideal para sentir la conexión entre vida cotidiana, ritual y orden cósmico.
La danza Jilakatas como experiencia cultural
Para visitantes, la danza Jilakatas de Pomata es un ejemplo impactante de cómo danza, arte textil, música y cosmología se entrelazan en los Andes. Durante fiestas, especialmente en Carnaval, se puede:
- fotografiar y filmar con respeto hacia danzantes y rituales,
- observar actividades culturales y religiosas,
- realizar estudios e investigación sobre simbolismo aymara, danza e iconografía textil,
- vivir de cerca expresiones como danza, música, vestuario e iconografía.
Quien presencia la danza Jilakatas en Pomata no solo contempla una presentación: se asoma a una visión viva del mundo, donde cada color, cada paso y cada símbolo forman parte de una historia mayor: la historia de la tierra, el cielo y la comunidad en el Altiplano aymara.

