Mazamorra de Uva – Dulce tradición en el corazón de Lunahuaná
En el pintoresco Lunahuaná, la capital turística de la provincia de Cañete, vive una tradición culinaria que conserva el sabor del pasado: la mazamorra de uva. Este delicioso postre es mucho más que un dulce final de una comida: es un símbolo de la historia, la cultura y las raíces familiares de la región.
Un legado entre el río y los Andes
El origen de la mazamorra de uva se encuentra en las cocinas rurales de la región, en casas de adobe secadas al sol, rodeadas por las suaves laderas de la cordillera costera. Mientras afuera el viento susurra y el río Cañete lleva su arrullo, nació aquí una receta transmitida de generación en generación.
Hoy en día, décadas después, su aroma sigue llenando las calles y su sabor evoca recuerdos de infancia. Quien la prueba por primera vez queda seducido por su mágica combinación de color, aroma y textura aterciopelada. No es de extrañar que la mazamorra de uva sea uno de los tesoros culinarios de Lunahuaná: un postre que “resiste el paso del tiempo” y que pasa de abuelos a nietos, de padres a hijos.
El ingrediente que marca la diferencia
El alma de este postre es el jugo de la uva quebranta, una variedad también utilizada para el famoso pisco. Para la preparación tradicional se prensan tres racimos de uvas frescas para obtener un jugo intenso y valioso.
A esto se añaden seis mazorcas de maíz blanco y tres de maíz morado, que se muelen finamente y se tamizan para separar la harina de los restos. Esta harina de maíz se mezcla luego con el jugo de uva en una olla grande, junto con clavo de olor, ramas de canela y unas gotas de esencia de vainilla.
Del fuego de leña a la perfección
La mezcla hierve a fuego de leña, fusionando aromas y colores en una melange única. Se añade azúcar al gusto mientras se remueve de forma continua durante unos 30 minutos, hasta alcanzar la consistencia perfecta. Luego se retira la mazamorra del fuego y se sirve caliente: una fiesta para todos los sentidos.
Temporada de dulzura
La temporada alta de la mazamorra de uva es entre noviembre y febrero, cuando las uvas verdes maduran en Lunahuaná. En estos meses, muchas casas se llenan con el aroma característico del postre. Algunas familias incluso guardan el jugo fresco en recipientes especiales para poder usarlo fuera de temporada.
Un símbolo culinario de Lunahuaná
La mazamorra de uva es más que un postre: es un patrimonio cultural vivo. Combina la riqueza agrícola del valle de Cañete con la calidez de su gente, y demuestra cómo en Lunahuaná tradición y placer van de la mano.
Quien visite el valle no debe perderse esta delicia. Lo mejor es degustarla recién hecha, con vista a los viñedos de donde provienen las uvas quebranta: un momento que nutre tanto el alma como el paladar.
Imagen principal: Mincetur