
Mirador Qellwani – Cerro Calvario cerca de Vilque
Ubicación, clima y ascenso al Mirador Qellwani
El Mirador Qellwani Cerro Calvario se encuentra al este de la localidad de Vilque, en la provincia de Puno, a unos 3.978 m s. n. m., en el piso ecológico andino de la Suni o Jalca. El clima es típico del altiplano: frío a muy frío, con una temperatura media anual de alrededor de 9 °C. Los meses de mayo a octubre son mayormente secos; de noviembre a abril, la lluvia y, a veces, la neblina añaden dramatismo al paisaje; entre junio y agosto son frecuentes las heladas nocturnas y el hielo en las mañanas.
El Cerro Qellwani es una colina de forma irregular, con pequeñas quebradas, afloramientos rocosos y restos de antiguos andenes en sus laderas. La meseta cimera es ligeramente aplanada, con unos 350 metros de largo y entre 45 y 100 metros de ancho. Desde Vilque asciende un sendero zigzagueante de tierra y piedra, generalmente de 2–3 metros de ancho, que conduce al Calvario. Durante el ascenso se abren constantemente vistas al típico paisaje andino, con amplias pampas de pastos, formaciones rocosas y las casas del histórico pueblo de Vilque.
En la época prehispánica, esta zona estuvo habitada por la etnia preincaica de los Willkas, considerados los primeros pobladores del área. Hoy en día, el camino hacia el mirador no es solo un ascenso físico, sino también un viaje a través de capas de historia, paisaje y espiritualidad viva.
Flora y fauna en el Cerro Calvario
Alrededor del mirador se extiende un ecosistema altoandino diverso, en el que arbustos, pastos y árboles resistentes a la sequía se han adaptado a las fuertes variaciones de temperatura.
Flora andina entre pinos e ichu
La vegetación combina especies nativas e introducidas. Entre las plantas más frecuentes se encuentran:
- Q’olli y otros arbustos nativos,
- ciprés y pinos,
- kiswara, muña, ch’illka, sallik’a,
- khumuna – una baya silvestre,
- t’hola, qhaya qhaya, qariwa,
- yuraq llant’a, kanya llanta, ch’iri ch’iri, sunch’u,
- diversas formas de pasto ichu: y’uraq ichu, yana ichu, waylla ichu, chilliwa, t’ishña, iru ichu.
Muchas de estas plantas son utilizadas tradicionalmente por las comunidades locales como plantas medicinales, forraje o combustible. Especialmente durante la temporada de lluvias, de octubre a abril, brotan numerosos hierbajos y hierbas que se recolectan durante las peregrinaciones.
Fauna: del puma a la wallata
La fauna del Mirador Qellwani es sorprendentemente variada. Entre los mamíferos presentes se encuentran:
- puma (rara vez visible, pero propio de la zona),
- taruca (venado andino),
- zorro, zorrino o añas (mofeta),
- vizcacha,
- gato montés,
- comadreja o uroncillo,
- cuyes silvestres,
- murciélagos en grietas de roca y antiguas estructuras.
También la avifauna es especialmente rica:
- qaqinkura, marianito o alqamari (aves rapaces),
- cernícalos, águilas y otras aves de rapiña,
- gorrión, pucu pucu, tórtola,
- picaflor (colibrí) y otros pajarillos como p’isaqa,
- perdiz o lluthu, pájaro pito,
- lechuza, tiqtiri, chiwancu, lequecho, pichitanka,
- diferentes especies de patos, wallatas (gansos andinos), garzas blancas y negras, qellwa.
Además habitan lagartijas, el sapito andino común y otros anfibios que completan el ecosistema de laderas y roquedos. Para quienes se interesan por la naturaleza, el Mirador Qellwani es un lugar ideal para la observación de flora y fauna.

Huella arqueológica e importancia histórica
El Cerro Qellwani no es solo un mirador, sino también un sitio arqueológico que conserva vestigios de épocas preincaica e incaica. Entre los restos visibles se encuentran:
- huellas de un centro ceremonial rodeado por muros defensivos,
- tramos de murallas construidos con grandes bloques de piedra, extraídos de canteras del propio cerro,
- restos de viviendas y estructuras sencillas,
- chullpas (torres funerarias) en distintos estados de conservación,
- petroglifos, con posibles referencias simbólicas y astronómicas.
Entre los muros se encuentran numerosas piedras redondeadas traídas desde el cauce del río. Probablemente se utilizaron como proyectiles para hondas (huaracas) en la defensa del lugar. Así, el Cerro Qellwani habla de un tiempo en que las cumbres no eran solo espacios espirituales, sino también posiciones estratégicas en el altiplano.

Vista panorámica: paisaje andino en 360 grados
El mirador se ubica en el extremo norte del Cerro Qellwani y ofrece una de las vistas panorámicas más impresionantes del altiplano:
- Hacia el sur se distingue la carretera asfaltada Puno–Arequipa, que recorre la llanura como una cinta oscura.
- Al este se observan la localidad de Tiquillaca, la Laguna Umayo, el complejo arqueológico de Sillustani y varias comunidades de las zonas altas alrededor de Puno.
- Al norte, las líneas de visión alcanzan las zonas de Juliaca, Cabana y Cabanillas.
- Al oeste se encuentran el histórico poblado de Mañazo y las montañas de la cordillera, cuyos picos forman una silueta dentada en días despejados.
Para la fotografía y la filmación, el Mirador Qellwani es un punto privilegiado: amaneceres, sombras de nubes sobre las pampas y el brillo vespertino de las montañas se pueden contemplar desde primera fila.
Fiestas, rituales y la Feria de Alasitas
El Cerro Qellwani es también un espacio de religiosidad popular y rituales. Destacan especialmente:
- la Semana Santa,
- Pentecostés,
- el 3 de mayo, tradicionalmente ligado a la Fiesta de la Cruz.
En estas fechas, fieles de Vilque y comunidades vecinas peregrinan hasta el Calvario. Durante la subida se recolectan plantas medicinales, que crecen con particular abundancia en los meses de lluvia, de octubre a abril. En la meseta superior, los visitantes construyen con pequeñas piedras simbólicas “casitas” y “maquetas de deseos”.
Un elemento central es la Feria de Alasitas, antes conocida como Fiesta de las Alhajitas. En esta feria de miniaturas se venden y se intercambian pequeñas réplicas de casas, animales, autos, billetes y otros deseos. Con fe y rituales, se espera que estos se materialicen en la vida real. La feria en el Cerro Qellwani une así antiguas concepciones andinas sobre la abundancia y la buena fortuna con las festividades del calendario cristiano.

Actividades para visitantes
En el Mirador Qellwani Cerro Calvario, los viajeros pueden disfrutar de varias actividades de naturaleza y cultura:
- Fotografía y vídeo: tomas de paisaje, panorámicas sobre Vilque, Umayo, Sillustani y la cordillera andina.
- Observación de flora y fauna: avistamiento de zorro, vizcacha, zorrino, gato montés, murciélagos y numerosas especies de aves.
- Observación del paisaje: lectura del entorno agrícola, de los andenes y de los pueblos del entorno altoandino.
- Experiencias culturales: visita a la feria de Alasitas en las fechas señaladas, y acercamiento a las creencias y costumbres locales.
- Caminata / trekking: el ascenso desde el pueblo de Vilque a la meseta cimera es una caminata corta, pero exigente por la altura.
Mejor época de visita y recomendaciones prácticas
El Mirador Qellwani Cerro Calvario puede visitarse durante todo el año. Las horas más recomendables son entre las 06:00 y las 16:00, cuando la luz y la visibilidad son mejores y hay suficiente tiempo para subir y bajar con calma.
Equipamiento y conducta sugeridos:
- Ropa de abrigo en capas – las temperaturas pueden descender rápidamente incluso de día.
- Protección solar (sombrero, gafas de sol, bloqueador) – la radiación UV es muy intensa a casi 4.000 metros de altura.
- Calzado de trekking – el sendero es de tierra y piedra, con tramos sueltos.
- Suficiente agua y tentempiés ligeros, sobre todo si se planean descansos en la parte alta.
- Respeto por la naturaleza: no dejar basura, no arrancar plantas, no subir ni mover estructuras arqueológicas.
Quien visita el Mirador Qellwani descubre un lugar donde paisaje andino, patrimonio arqueológico, flora altoandina y espiritualidad tradicional se encuentran en un espacio reducido: un mirador ideal para comprender la amplitud del altiplano y la profundidad cultural del altiplano puneño.

