
Molino minero de Amotire: obra de ingeniería colonial en el altiplano
Panorama general: molino hidráulico de mineral de la época colonial
El Molino minero de Amotire es un testimonio excepcional de la tecnología minera colonial en el sur de la región Puno. Ubicado entre las localidades de Juli y Pisacoma, en la inmensidad del altiplano, fue construido íntegramente en piedra durante los siglos XVII y XVIII. Impulsado por agua conducida por canales desde un arroyo cercano, el molino servía para triturar rocas con contenido de plata y cobre procedentes de los socavones de Huacullani: un testigo silencioso de la intensa historia minera de los Andes.
Historia y función del molino minero
La minería colonial en el sur de Puno
Durante la época colonial, el espacio entre Huacullani, Pisacoma y Juli formó parte de un amplio sistema minero en el que se extraían principalmente minerales de plata y cobre. Los fragmentos de roca extraídos de galerías y pozos debían triturarse, molerse y prepararse antes de su procesamiento: una tarea para la cual los molinos mecánicos como el de Amotire eran indispensables.
El molino minero de Amotire es un ejemplo típico de esta infraestructura. Combinaba conocimientos de ingeniería de origen europeo con recursos locales —piedra, agua y pendiente— y estaba estrechamente vinculado a las minas de Huacullani. Aquí, los bloques de mineral se reducían hasta obtener el tamaño de grano adecuado para las etapas posteriores de beneficio metalúrgico.
El agua como fuerza motriz
El principio de funcionamiento se basaba en la energía hidráulica. Un arroyo cercano se desviaba mediante canales hasta el sitio del molino y se aprovechaba la inclinación natural del terreno para generar el desnivel necesario. El caudal concentrado hacía girar una de las grandes piedras circulares; ese movimiento se transmitía a los demás elementos o presionaba el mineral contra las superficies de molienda.
Por el contacto entre las macizas muelas de piedra, los fragmentos se molían, trituraban o reducían a polvo hasta alcanzar la granulometría requerida para continuar con el proceso de extracción de metales.

Arquitectura y técnica
Construcción de piedra en el altiplano
El conjunto de Amotire consiste en un ambiente rectangular con muros de piedra unidos con barro. La estructura mide aproximadamente 18 metros de largo y 4 metros de ancho. Aún hoy se distinguen los canales de ingreso del agua que, en su momento, alimentaban el sistema de movimiento.
Actualmente el edificio se encuentra sin techo, que probablemente fue de paja, típico de construcciones rurales del altiplano. La ausencia de cubierta permite apreciar con claridad la forma, las proporciones y el antiguo diálogo entre agua, piedra y metal.
Muelas y elementos mecánicos
En el interior se identifican cinco piedras circulares de entre 1,00 y 1,80 metros de diámetro. Una de ellas estaba directamente conectada al impulso del agua y giraba por la fuerza de la corriente. El movimiento de esa piedra se transfería a las demás muelas, que actuaban como superficies de molienda y fricción.
La solución es simple, pero extremadamente robusta: un ejemplo de cómo, con materiales locales y una técnica relativamente directa, se construyó un mecanismo de molienda eficiente que reducía el esfuerzo humano en la preparación del mineral.
Paisaje, biodiversidad y encuentro
El molino minero de Amotire se ubica en el altiplano abierto, rodeado de pastizales, chacras y vegetación típica de altura. La visita no solo permite reconocer huellas de la minería colonial, sino también experimentar la biodiversidad del entorno: flora andina, animales en pastoreo y la amplitud diáfana del paisaje crean una escenografía poderosa para este monumento técnico.
Además, el recorrido ofrece la oportunidad de conversar con la población local, conocer formas de vida tradicionales y entender el valor que este patrimonio tiene para la comunidad actual.
Visita al molino minero de Amotire
Acceso por Juli y Pisacoma
El molino se encuentra en el distrito de Pisacoma, provincia de Chucuito, al sur del lago Titicaca. El acceso suele realizarse en vehículo particular y se divide en dos tramos:
- Tramo 1: Juli – Pisacoma
- Ruta: Plaza de Armas del distrito de Juli – Plaza de Armas del distrito de Pisacoma
- Transporte: vehículo particular
- Distancia y duración: aprox. 94 km, alrededor de 2 horas
- Tramo 2: Pisacoma – Molino minero de Amotire
- Ruta: Plaza de Armas de Pisacoma – Molino minero de Amotire
- Transporte: vehículo particular
- Estado de la vía: trocha afirmada
- Distancia y duración: aprox. 10 km, unos 15 minutos
Ingreso y autorización
El acceso al molino minero de Amotire es semirrestringido y requiere autorización previa. El área se encuentra bajo responsabilidad de la familia Chino Coaquira.
- Tipo de acceso: visita solo con permiso previo
- Contacto: gestionar la autorización con la familia Chino Coaquira (consultar localmente)
Esta medida contribuye a proteger la estructura histórica y el entorno comunitario. Se recomienda respetar la privacidad y las indicaciones de los propietarios.

Mejor época y horarios de visita
El molino puede visitarse durante todo el año. Por la altura, conviene recorrerlo de día, cuando las temperaturas son más llevaderas.
- Época recomendada: todo el año
- Horarios habituales: aprox. 08:00 – 15:30
Actividades para visitantes
Historia, investigación y experiencia de naturaleza
- Fotografía y video: muros de piedra, muelas, canales y la amplitud del altiplano ofrecen motivos muy potentes.
- Estudios e investigación: un lugar atractivo para explorar minería colonial, historia de la tecnología y arqueología industrial rural.
- Observación del paisaje: el sitio permite amplias vistas del altiplano, su vegetación y un territorio marcado por la actividad minera histórica.
Consejos para viajeros de cultura y tecnología
Para visitar el molino minero de Amotire conviene llevar calzado firme, ropa para viento y cambios bruscos de temperatura, además de protección solar: el clima del altiplano puede ser frío incluso con sol. También vale la pena enlazar esta visita con otras paradas de historia minera y colonial en la región de Puno, como Juli, Pisacoma o las zonas mineras de Huacullani.
Así, el molino minero de Amotire se integra en una ruta que combina historia tecnológica, paisaje y cultura local del altiplano peruano de forma única.

