
Paraíso Natural de Keñuacuyo – cañón, bosque de queñuas y cultura andina cerca de Ayaviri
Panorama general: paraíso natural en un cañón andino al sur de Ayaviri
El Paraíso Natural de Keñuacuyo se encuentra a unos 15 km al sur de la ciudad de Ayaviri, en la provincia de Melgar (región Puno), y es un estrecho cañón natural donde, en poco espacio, se concentra una sorprendente variedad de formaciones rocosas, bosques de queñua, santuarios en cuevas, ríos altoandinos y biodiversidad. Entre paredes de roca erosionada crecen árboles de queñua, plantas aromáticas y medicinales, mientras aves y mamíferos utilizan el cañón como refugio natural.
La zona forma parte de un circuito turístico comunitario, el “Circuito Turístico Comunitario – Ayaviri Turístico”. Aquí los visitantes viven no solo geología espectacular, sino también cultura andina viva, leyendas místicas y la hospitalidad de las comunidades locales.
Clima y paisaje altoandino
Keñuacuyo se ubica en plena sierra sur y está marcado por un clima gélido y riguroso. Las condiciones meteorológicas forman parte del encanto del lugar, pero exigen una buena preparación.
- Clima: frío (gélido), con vientos intensos,
- Precipitaciones: lluvias fuertes, a veces con granizo y tormentas eléctricas,
- Nieve: frecuentes nevadas en invierno,
- Estaciones: claramente diferenciadas temporada de lluvias (oct.–mar.) y temporada seca (abr.–sept.).
En la época de lluvias, el cañón se viste de tonos verdes intensos, con arroyos y pequeñas cascadas que bajan con fuerza. La temporada seca se caracteriza por sol intenso durante el día y noches frías y estrelladas, que bañan el altiplano en una luz muy clara. Esta combinación hace de Keñuacuyo un destino ideal para trekking, observación de la naturaleza y fotografía.

El circuito comunitario “Ayaviri Turístico”
El Paraíso Natural de Keñuacuyo es pieza central de un proyecto de turismo comunitario que enlaza varios lugares clave de la zona. El circuito recorre un paisaje donde se encuentran la geología, la espiritualidad y la vida cotidiana de la población andina.
Apu Chincurani – el cerro guardián
El Apu Chincurani es un cerro destacado en la entrada del área. En sus paredes rocosas se pueden reconocer figuras antropomorfas, zoomorfas y formas vegetales:
- perfiles que recuerdan rostros o cuerpos humanos,
- formas que evocan animales como aves o camélidos,
- siluetas que parecen árboles o plantas.
En la cosmovisión andina, el Apu es un cerro protector que vela por la comunidad; un lugar ideal para reflexionar sobre el vínculo entre territorio, fe e identidad.

Virgen Igma Igmani – la Virgen de la cueva
El corazón espiritual de Keñuacuyo es la Virgen Igma Igmani, cuya imagen se perfila en una cueva de la roca. Para la población local se trata de una aparición milagrosa de la Virgen María.
En la pared rocosa afloran filtraciones de agua que nunca se secan y que se consideran de carácter curativo y medicinal. Los peregrinos llegan hasta aquí para:
- rezar y dar gracias,
- llevarse agua como bendición,
- dejar velas, flores y pequeñas ofrendas.
Bosque de queñuas – bosque altoandino con microclima propio
A unos diez minutos a pie de la cueva de la Virgen se abre un tramo inesperadamente verde: el Bosque de queñuas. Aquí, un pequeño arroyo genera un microclima suave, que favorece:
- una vegetación abundante de árboles de queñua y arbustos,
- una gran diversidad de hierbas y sotobosque,
- hábitat para aves y pequeños mamíferos.
El riachuelo que atraviesa el bosque se une más abajo al río Pacobamba. El bosque de queñuas es un refugio perfecto para paseos tranquilos, observación de aves y fotografía de naturaleza.

Iglesia Puncu – la “puerta de iglesia” del cañón
La zona llamada Iglesia Puncu (“puerta de iglesia”) es un cañón estrecho con un pequeño curso de agua, por el que los visitantes pueden caminar entre paredes de roca. Aquí se aprecia:
- una garganta angosta con formas rocosas caprichosas,
- biodiversidad en forma de plantas, musgos y líquenes que tapizan las paredes,
- una pequeña y pintoresca catarata que marca el final de este tramo.
El camino por Iglesia Puncu permite vivir de cerca la evolución geológica de la zona y es uno de los puntos fuertes para los amantes de las caminatas por cañones.
Flora: plantas medicinales y vegetación altoandina
El Paraíso Natural de Keñuacuyo alberga una rica flora altoandina, de gran importancia tanto ecológica como cultural. Además de la presencia destacada de la queñua, crecen:
- Flora nativa: arbustos y hierbas típicas de la zona de puna,
- Pajonales: amplias áreas de pastos andinos como el ichu,
- Plantas medicinales y de uso culinario:
- Llantén – utilizado tradicionalmente para afecciones de la piel y respiratorias,
- Airampo – empleado como planta tintórea natural y en infusiones,
- Berro – berro o berro de agua, rico en vitaminas,
- Nabo – distintas variedades de nabo, como alimento y forraje,
- Diente de león – planta muy valorada por sus propiedades medicinales.
La combinación de pastizales, matorrales y bosques de queñua crea una vegetación en mosaico especialmente atractiva para quienes se interesan por la botánica.
Fauna y avifauna del cañón
Las quebradas, salientes rocosos y cursos de agua de Keñuacuyo son hábitat de numerosas especies de aves y mamíferos.
Aves
- Patos andinos – patos de altura que se observan en pequeños grupos,
- Huallata – ganso andino, a menudo en pareja,
- Águilas y otras rapaces que planean sobre las laderas,
- Ibis plateado – ibis en las zonas más húmedas,
- Perdiz – perdices que se mueven entre pastos y matorrales.
Mamíferos
- Cuy silvestre – cobayo silvestre,
- Liebres – en las transiciones entre roca y pradera,
- Venados (venado) – difíciles de observar, pero presentes en la fauna local,
- Zorro andino – depredador típico del altiplano,
- Zorrillo – mofetas altoandinas.
Esta fauna convierte Keñuacuyo en un destino muy interesante para rutas de observación y fotografía de naturaleza, especialmente en las primeras horas de la mañana y al atardecer.
Espiritualidad, rituales y tradición viva
Además de la Virgen de la cueva, Virgen Igma Igmani, Keñuacuyo es un lugar clave para los rituales andinos. En especial el 21 de junio, durante el Año Nuevo Andino, las comunidades se reúnen para:
- realizar rituales de agradecimiento a la Pachamama,
- celebrar el retorno del sol en el solsticio de invierno,
- dar la bienvenida al nuevo ciclo con música, danza y comida tradicional.
La combinación entre la devoción católica a la Virgen y la cosmovisión andina convierte a Keñuacuyo en un ejemplo muy expresivo de la síntesis de creencias en el altiplano puneño.
Turismo comunitario y gastronomía
El Paraíso Natural de Keñuacuyo es también un centro de turismo vivencial comunitario, donde los visitantes pueden participar en la vida cotidiana de la población local.
Vida cotidiana y organización comunitaria
- Visita a la comunidad y participación en actividades agrícolas,
- conocimiento de la ganadería, la artesanía y las tradiciones locales,
- acompañamiento por miembros de la comunidad en caminatas o rutas en bicicleta.
Platos típicos: Huatia y Kankacho
En el plano gastronómico destaca la tradicional Huatia:
- Preparación: las papas se cocinan sin pelar en hornos de tierra improvisados con adobes rotos,
- el horno se enciende con leña y arbustos, luego se deja caer la estructura,
- las papas se colocan en las brasas y el barro caliente, cubiertas con tierra hasta que se cocinan.
Se acompaña con queso, ají y Kankacho (asado de cordero). Con reserva previa, los visitantes pueden preparar y degustar estos platos junto a la comunidad.
Actividades en el Paraíso Natural de Keñuacuyo
Keñuacuyo ofrece múltiples posibilidades para experiencias al aire libre y culturales:
- Caminata/Trekking: recorridos entre formaciones rocosas, por el bosque de queñuas y a lo largo del circuito turístico.
- Ciclismo: rutas guiadas en bicicleta con miembros de la comunidad a través del paisaje altoandino.
- Fotografía y filmación: imágenes de las formaciones rocosas, las cuevas, la flora, la fauna y las actividades rituales.
- Observación de flora: reconocimiento de plantas medicinales, pajonales y vegetación nativa.
- Avistamiento de aves: observación de patos andinos, huallatas, rapaces e ibis.
- Experiencias culturales: participación en rituales, festividades, cocina comunitaria y actividades cotidianas de la comunidad.
Cómo llegar al Paraíso Natural de Keñuacuyo
El acceso se realiza pasando por Puno y Juliaca hacia Ayaviri, y desde allí se continúa en dirección a Keñuacuyo.
Puno – Juliaca – Ayaviri
- Puno – Juliaca
Inicio: paradero de las combis Virgen de Fátima Express en Puno
Tipo de acceso: terrestre
Medio de transporte: combi
Tipo de vía: asfaltada
Distancia/tiempo: aprox. 45 km / alrededor de 1 hora - Juliaca – Ayaviri
Inicio: terminal Las Mercedes (Juliaca)
Tipo de acceso: terrestre
Medio de transporte: combi
Tipo de vía: asfaltada
Distancia/tiempo: aprox. 96,1 km / alrededor de 1 h 20 min
Ayaviri – Paraíso Natural de Keñuacuyo
- Ayaviri – Keñuacuyo
Inicio: terminal terrestre de Ayaviri
Tipo de acceso: terrestre
Medio de transporte: mototaxi o vehículo local
Tipo de vía: trocha afirmada
Distancia/tiempo: aprox. 15,7 km / alrededor de 25 minutos
Entrada, mejor época de visita y consejos prácticos
El acceso al Paraíso Natural de Keñuacuyo es posible durante todo el año, con tarifas de ingreso definidas:
- Entrada para visitantes extranjeros: aprox. S/ 5,00
- Entrada para visitantes nacionales y locales: aprox. S/ 1,00
- Horarios recomendados de visita: 08:00 – 16:00 h
Debido al clima y a la altitud, se recomienda llevar:
- ropa abrigadora, a prueba de viento y lluvia (en capas),
- calzado de trekking con buen agarre,
- protección solar (sombrero, gafas de sol, bloqueador),
- impermeable o poncho, especialmente en la época de lluvias (octubre–marzo),
- agua, snacks y medicamentos personales si fueran necesarios.
Quien visita el Paraíso Natural de Keñuacuyo descubre no solo un impresionante cañón natural, sino también un ejemplo vivo de turismo comunitario, profundamente arraigado en la cultura andina del altiplano puneño.

