
Pinturas rupestres de Isivilla – arte rupestre en la Cordillera de Carabaya
Resumen: Arte rupestre entre alta montaña y ceja de selva
Las pinturas rupestres de Isivilla se encuentran a unos 4.320 m de altura, en la zona limítrofe entre la imponente Cordillera de Carabaya y la ceja de selva, la franja de transición hacia la selva nubosa peruana. En un paisaje de quebradas profundas, un boscaje de piedra con formaciones rocosas singulares y los picos nevados del Allin Cápac (noreste) y Qelqaya (noroeste), se desarrolló una de las zonas de arte rupestre más impresionantes de la región.
Ambas cumbres son consideradas Apus tutelares, espíritus de montaña protectores que, según la visión de los pastores locales, intervienen en la creación, protección y multiplicación de los camélidos, tanto silvestres como domesticados. En este espacio montañoso cargado de simbolismo se distribuyen más de 20 sitios con pinturas rupestres que representan escenas de caza, animales y motivos abstractos.
Arte rupestre de Isivilla: diversidad en más de 20 sitios
El arte rupestre de Isivilla se reparte entre cuevas, quebradas y paredes rocosas. En conjunto forman una densa red de programas iconográficos que fueron utilizados y repintados a lo largo de diferentes épocas. La riqueza de motivos puede agruparse en dos grandes conjuntos:
- Representaciones figurativas: animales y personas, solos o en interacción, a menudo en dinámicas escenas de caza.
- Motivos ornamentales: diseños que recuerdan a tejidos, con formas geométricas y decorativas.
Escenas de caza y vida cotidiana
En el primer grupo predominan las escenas de caza con camélidos silvestres y ciervos. Personas y animales se muestran en estrecha relación:
- Figuras de cazadores: representados con arcos, lanzas u otras armas, individualmente o en grupo.
- Camélidos: en manadas, hileras o de forma aislada, como presa o integrados en escenas rituales.
- Ciervos: también aparecen como presas frecuentes, a menudo representados en movimiento.
Estas imágenes no son solo “registros de caza”, sino expresión de una relación cósmica entre seres humanos, animales y mundo montañoso: la caza se entiende aquí como acto ritual, no únicamente como obtención de alimento.
Motivos textiles y paneles ornamentales
El segundo conjunto de motivos está formado por elementos ornamentales que recuerdan claramente a tejidos:
- Patrones geométricos, líneas, formas escalonadas y rombos.
- Composiciones que se disponen en la roca como franjas de motivos textiles.
- Paneles que probablemente poseen significados simbólicos o rituales, tal vez vinculados a grupos sociales, ceremonias o elementos del paisaje.
Estas imágenes “tejidas” sobre la roca muestran hasta qué punto los textiles y sus diseños son un medio central de expresión de la identidad andina: no solo en la tela, sino también en la piedra.

Los camélidos: protagonistas de las pinturas rupestres
Los camélidos son el motivo central del arte rupestre de Isivilla. Aparecen en múltiples disposiciones y situaciones:
- En rebaños: como grupos densos o en filas ordenadas.
- Disposición: en hileras diagonales, horizontales o verticales, enfrentados entre sí o cruzándose.
- Escenas: en grupos aparentemente caóticos, rodeados o flanqueados por cazadores.
- Movimiento: corriendo en distintas direcciones, a menudo sobre una “línea de suelo” que sugiere la superficie del terreno.
Con frecuencia los animales están rodeados de estructuras que recuerdan a cercos, corrales o barreras naturales. Estos elementos indican que, además de la caza, también el arrear, agrupar y encerrar los rebaños tenía un papel central.
Espectaculares escenas con pumas
Entre las representaciones más llamativas destacan las escenas con pumas, los grandes felinos de los Andes:
- En una escena especialmente notable, un puma corre muy cerca de un pequeño camélido, probablemente una cría aislada del rebaño.
- En otra representación se observa un gran puma con la cola larga y recta, situado en medio de escenas de caza superpuestas, como eje poderoso del campo pictórico.
Estas imágenes transmiten dinamismo y dramatismo, y subrayan el papel del puma como ser poderoso y ambivalente en la cosmovisión andina: peligroso e imponente, pero al mismo tiempo parte del equilibrio natural.
Escenario paisajístico: quebradas, bosques de piedra y Apus
Las pinturas rupestres de Isivilla están íntimamente ligadas a su paisaje de alta montaña. La región se caracteriza por:
- Profundos cañones: quebradas donde cursos de agua y paredes rocosas crean escenarios espectaculares.
- Bosque de piedra de Corani: extensos campos de bloques y torres de roca que el viento y el tiempo han esculpido en formas fantásticas.
- Cumbres nevadas: Allin Cápac y Qelqaya, importantes Apus tutelares y puntos de referencia en la geografía simbólica del arte rupestre.
Gracias a este entorno, Isivilla se vincula estrechamente con otros destinos de arte rupestre y naturaleza en la región, como el arte rupestre de Corani, el bosque de piedra de Corani y la zona de arte rupestre de Chaqatira. Muchos viajeros combinan estos lugares en una misma ruta a lo largo de la Cordillera de Carabaya.
Cómo llegar a las pinturas rupestres de Isivilla
Desde Puno se viaja primero en minibús público vía Juliaca hasta Macusani (en total aprox. 255 km, unas 4 horas por carretera asfaltada).
En Macusani se toma una combi por la Interoceánica en dirección a Corani y se desciende en el desvío hacia Corani (unos 25 km, aprox. 30 minutos, por carretera afirmada). Desde allí se continúa en combi hasta la Plaza de Armas del centro poblado de Isivilla (alrededor de 11 km, aprox. 25 minutos, carretera afirmada).
Desde Isivilla se llega a la comunidad de Ajohuito, donde se encuentran los principales paneles de arte rupestre, ya sea en un vehículo 4×4 compartido (unos 15 minutos) o a pie siguiendo la pista (aprox. 3,5 km, alrededor de 1,5 horas).
El acceso es libre, pero debido a que los sitios se encuentran en cuevas, quebradas y formaciones rocosas, se recomienda encarecidamente ir con un guía local.
Mejor época para viajar y horarios de visita
Las pinturas rupestres de Isivilla pueden visitarse durante todo el año. No obstante, el clima de alta montaña es riguroso y puede cambiar rápidamente, especialmente en la temporada de lluvias.
Horarios recomendados
- Periodo de visita: todo el año
- Hora del día recomendada: 06:00 – 16:00 h
- Observación: Por la mañana la luz y el tiempo suelen ser más estables; conviene planificar el regreso con antelación para evitar la oscuridad y las tormentas vespertinas.
Actividades: arte rupestre, naturaleza y cultura andina
Isivilla es un destino ideal para quienes desean combinar arte rupestre, naturaleza y trekking.
Cultura, rituales y fotografía
- Fotografía y filmación: Las pinturas, las formaciones rocosas y el panorama de la Cordillera de Carabaya ofrecen motivos muy variados.
- Estudios e investigación: Lugar adecuado para investigaciones arqueológicas, etnológicas y de historia cultural.
- Rituales y tradiciones: Durante las fiestas dedicadas a la Pachamama, el Año Nuevo andino, el Carnaval y otras fechas del calendario andino se realizan en la región rituales tradicionales y ceremonias místicas.
Trekking, camping y escalada en roca
- Senderismo / trekking: Varias rutas conducen a los distintos sitios con arte rupestre y a miradores naturales.
- Camping: Para viajeros de alta montaña experimentados es posible acampar cerca de los paneles de arte rupestre; se requiere equipo de camping adecuado.
- Escalada en roca: En ciertas paredes es posible practicar escalada, siempre con equipo propio completo y sin dañar en ningún caso las pinturas.
Experiencia natural: flora, fauna y aves
En los alrededores de Isivilla se observa la típica vegetación de puna de los Andes, atravesada por bofedales y franjas rocosas.
Flora de la puna
- Hiru ichu: pasto altoandino que cubre las laderas en densas matas.
- Paqupaqu: plantas en cojín que aparecen como pequeños “almohadones” verdes en el terreno.
- Chilligua: planta andina muy resistente que crece en suelos pedregosos.
- Cactus: colonias de orco huaraqo y china waraqu en las laderas rocosas.
- Urqu kisa: plantas similares a ortigas, con usos en la práctica local.
Fauna y avifauna
- Mamíferos: vizcachas, zorros y cuyes silvestres.
- Aves: gorrión andino, águila de montaña, halcones (cernícalos), alqamaris, cóndores ocasionales y leke-lekes.
Desde los miradores de los alrededores de Isivilla se disfruta además de una amplia vista sobre la Cordillera de Carabaya y los cursos de agua y bofedales que actúan como verdaderas arterias de vida para la fauna altoandina.
Consejos prácticos para visitar las pinturas rupestres de Isivilla
- Altitud: Por encima de los 4.300 m la aclimatación, el paso lento y una buena hidratación son esenciales.
- Equipamiento: Botas de trekking, ropa abrigadora por capas, protección contra viento y lluvia, protección solar (sombrero, gafas de sol, bloqueador), y bastones de trekking si es necesario.
- Seguridad: Debido a quebradas, terreno rocoso y cambios bruscos de tiempo, no es recomendable ir solo; hay que respetar las indicaciones locales.
- Guía local: Un guía de la zona ayuda a encontrar los sitios dispersos y a interpretarlos culturalmente.
- Protección del arte rupestre: No tocar las pinturas, no repintarlas ni “remarcarlas”, no hacer fuego ni producir humo directamente bajo los paneles, y no dejar basura.
Quien visita las pinturas rupestres de Isivilla entra en un libro de imágenes abierto sobre la historia andina, enmarcado por un dramático paisaje de alta montaña donde Apus, rebaños y seres humanos dialogan desde hace miles de años.

Mapa
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