
Ruta del Loncco – Tras las huellas de la cultura campesina de Arequipa
A pocos kilómetros del centro histórico colonial de Arequipa comienza un viaje a otro mundo. Aquí, en el fértil valle que rodea a la “Ciudad Blanca”, vive el Loncco: el campesino tradicional que hasta hoy conserva la lengua, las costumbres y el modo de vida de sus antepasados. La Ruta del Loncco recorre seis pueblos donde naturaleza, historia y cultura ofrecen una auténtica imagen del Arequipa rural.
¿Quién es el Loncco?
El término “Loncco” designa a la población campesina de los valles alrededor de Arequipa. Orgullosos e independientes, vinculados estrechamente a la agricultura y sus fiestas, los lonccos representan la identidad campesina de la región. Durante generaciones preservaron tradiciones que aún siguen vivas en los pueblos del sur de la ciudad: desde las típicas picanterías hasta técnicas ancestrales de riego.
Etapas de la Ruta del Loncco

Foto: Edubucher
Sabandía – Agua, campos y el molino de piedra
En Sabandía destacan las casonas de sillar blanco del siglo XVIII y XIX. Aquí nacen manantiales en los que se refleja el azul intenso del cielo. El emblema del pueblo es el Molino de Sabandía, una molienda de piedra de 1621, rodeada de árboles centenarios, una cascada y balcones rústicos.
En el cercano Yumina, la agricultura se practica todavía con métodos tradicionales: el arado con la yunta de bueyes y el riego natural a través de canales que distribuyen el agua por gravedad.

Characato – Pueblo de palmeras y manantiales
El corazón de Characato es su Plaza de Armas, adornada con palmeras y una glorieta colonial. Entre sus calles se encuentran la Casa Cural y la Iglesia San Juan Bautista, que desde hace más de 220 años constituye el centro religioso del pueblo. El área es alimentada por manantiales naturales que abastecen no solo los campos, sino también pozas y piscinas, muy concurridas los fines de semana.
Yarabamba – Dinosaurios, Sogay y cascadas
Yarabamba está conformado por extensos prados y colinas. En sus cimas se levantan esculturas de piedra de dinosaurios y un vía crucis artísticamente decorado. En el sector de Sogay encantan las casas de colores, sus estrechas calles empedradas y su tranquila plaza. Los amantes de la naturaleza caminan hacia las Cataratas de Sogay, donde el agua fresca cae sobre las rocas y forma pozas ideales para bañarse.

Foto: Carlos Zúñiga
Quequeña – Historia, mártires y petroglifos
Quequeña combina pasado y naturaleza. Los visitantes descubren la Iglesia San José, flanqueada por la Alameda de los Sauces, el Museo Casa de los Mártires, el Cerro Sonccomarca y los enigmáticos petroglifos de Gayalopo y Huanaqueros. Cada 24 de noviembre, el pueblo recuerda con celebraciones a sus héroes caídos en la Guerra del Pacífico de 1883 contra las tropas chilenas.

Foto: Rojinegro81
Polobaya – Santuario Virgen de Chapi
Polobaya es un centro espiritual de la región. En el Santuario de la Virgen de Chapi los fieles veneran una imagen mariana que en 1985 fue adornada con un rosario de oro por el Papa Juan Pablo II. Cada año, miles de peregrinos llegan hasta aquí. En los alrededores se ubican las ruinas de Churajón, con restos de una antigua ciudad: terrazas, canales, reservorios y templos que evidencian una cultura temprana.

Foto: Daniel.coaguila
Pocsi – el pueblo con vista a los volcanes
El pueblo más alejado de la ruta es Pocsi, un lugar con casas de adobe y techos de paja. Desde sus miradores naturales se aprecian vistas amplias de los volcanes Misti y Pichu Pichu. En una colina se encuentra un antiguo campanario, uno de los últimos vestigios del pueblo colonial fundado en el siglo XVI. Pocsi transmite una particular tranquilidad e invita a quedarse.
Tradiciones, gastronomía y festividades
La Ruta del Loncco no es solo un recorrido por paisajes y pueblos, sino también por el modo de vida arequipeño. En las picanterías se sirven platos como adobo arequipeño, rocoto relleno o chupe de camarones. La música, las danzas y las fiestas patronales marcan el calendario anual, expresión de una cultura que se mantiene viva pese a las influencias modernas.
¿Por qué vivir la Ruta del Loncco?
Quien conoce Arequipa solo por el Cañón del Colca o su centro histórico colonial aún no ha descubierto el corazón de la región. La Ruta del Loncco integra naturaleza, historia, religión, tradición y gastronomía, y demuestra que la verdadera identidad de Arequipa no está únicamente en la ciudad, sino también en sus pueblos.
Mapa
Estas experiencias completan tu viaje
Más información y consejos
- Petroglifos de La Caldera: arte rupestre en el Qhapaq Ñan entre La Joya y Uchumayo
- Laguna y salinera de San Camilo: colores surrealistas, oficio salinero y paraíso de aves en La Joya
- Pampas de La Joya: dunas de Atacama, paisajes marcianos y aventura al oeste de Arequipa
- Oasis de La Joya: laguna cristalina en el mar de dunas de Arequipa

 
 
