
Sitio arqueológico Illingaya – fortaleza andina en la ceja de selva cerca de Ollachea
Resumen: asentamiento y complejo defensivo sobre el río Ollachea
El sitio arqueológico Illingaya se encuentra al sur de la capital distrital Ollachea, en la provincia de Carabaya, región Puno. A más de 3.000 m de altitud, en el piso ecológico andino Suni, el sitio se extiende sobre una angosta cresta montañosa que desciende abruptamente hacia el noroeste, hasta el valle del río Ollachea. En un área de alrededor de 20 hectáreas, Illingaya combina zonas residenciales bien protegidas, terrazas agrícolas y un sector funerario separado, convirtiéndose en un impresionante ejemplo de arquitectura andina de altura.
Gracias a su ubicación en la ceja de selva, la franja de transición entre los Andes altos y el bosque de neblina, Illingaya permite observar formas de ocupación preincaicas e incaicas que se diferencian claramente de los asentamientos del Altiplano, con arquitectura, cerámica y un paisaje propios y singulares.
Historia y contexto cultural
Illingaya fue un centro de ocupación prehispánico con una larga historia de uso. El lugar estuvo habitado por comunidades que se encontraban en el ámbito de influencia de la cultura Colla y que más tarde mantuvieron contacto con el Imperio Inca.
Investigaciones arqueológicas –entre ellas las de Coben y Stanish (2005)– demuestran que Illingaya desempeñó un papel importante sobre todo durante el Período Intermedio Tardío y el Horizonte Tardío (época inca):
- Período Intermedio Tardío: los hallazgos cerámicos apuntan a tradiciones regionales y a una fuerte articulación con las culturas del Altiplano.
- Horizonte Tardío: vasijas en estilo Chucuito y formas incaicas de producción local muestran que Illingaya siguió siendo ocupado bajo dominación inca e integrado en el Tawantinsuyo.
La combinación de funciones residenciales, defensivas, rituales y funerarias convierte a Illingaya en un sitio clave de la región de Carabaya.
Topografía, defensa y organización del asentamiento
Illingaya se ubica sobre una cresta rocosa angosta y alargada, naturalmente difícil de acceder. Esta localización fue elegida deliberadamente para proteger el asentamiento de ataques y, al mismo tiempo, obtener una amplia vista del valle.
Sistemas defensivos y muros
La orientación defensiva del sitio es claramente visible:
- Dos largos muros recorren la cresta y marcan los accesos principales, actuando como líneas de defensa frente a posibles enemigos.
- La cresta desciende de forma abrupta hacia ambos lados; en combinación con los muros, crea un marcado carácter de fortaleza natural.
Esta configuración refleja la preocupación de sus antiguos habitantes por protegerse de conflictos armados y saqueos, una constante en la historia de muchas regiones andinas.

Áreas residenciales, plaza y técnicas constructivas
La parte mejor conservada de Illingaya se encuentra en el sector central del asentamiento, donde se mantiene una pequeña plaza y varios recintos rectangulares.
Plaza y plataformas habitacionales
- Plaza: un pequeño espacio abierto que probablemente servía para asambleas, rituales o actividades comunitarias.
- Plataformas habitacionales: restos de edificaciones rectangulares construidas sobre plataformas, sostenidas por muros de contención de hasta 3 m de altura.
Mampostería y materiales
La arquitectura de Illingaya es representativa de los asentamientos andinos de altura:
- Mampostería: muros construidos con lajas de esquisto (piedras planas) dispuestas en aparejo de piedra seca.
- Mortero: en muchos sectores, las piedras están trabadas con mortero de barro, que estabiliza las juntas.
- Altura de los muros: según el estado de conservación, van desde simples cimientos hasta tramos de muro bien preservados.
La combinación de plataformas de piedra, muros de contención y recintos residenciales muestra la gran capacidad de adaptación de sus pobladores a la pendiente pronunciada del terreno.
Centro ceremonial y hallazgos cerámicos
En el sector norte del sitio, Coben y Stanish (2005) registraron una estructura de especial importancia:
- Gran complejo arquitectónico: una estructura compuesta por varios recintos, interpretada como centro ceremonial.
- Basural prehispánico: en su entorno inmediato se hallaron grandes concentraciones de fragmentos cerámicos.
El conjunto cerámico incluye:
- vasijas del Período Intermedio Tardío,
- cerámica en estilo Chucuito del Horizonte Tardío,
- y formas incaicas locales, combinadas con elementos del estilo imperial.
Estos hallazgos convierten a Illingaya en un punto de referencia fundamental para estudiar la transición de tradiciones regionales a la hegemonía inca.
Andenería y uso agrícola
A ambos lados de la cresta se despliegan amplias terrazas agrícolas (andenería) que descienden por las laderas. Son un ejemplo notable de cómo, en la zona altoandina, se maximizaban los suelos disponibles.
- Terrazas: superficies de cultivo dispuestas en escalones, sostenidas por muros de piedra de diversas alturas.
- Uso: probablemente destinadas a papas, tubérculos andinos, granos y plantas forrajeras, adaptadas al clima del piso ecológico Suni.
Las terrazas de Illingaya dejan claro que la agricultura, el asentamiento y la defensa eran concebidos como una unidad integrada: viviendas, estructuras rituales y áreas de cultivo se encuentran muy próximas entre sí, íntimamente vinculadas a la topografía.
Sector funerario al pie del farallón
El sector de enterramientos se ubica apartado de la zona residencial principal:
- Ubicación: al pie de una alta pared rocosa, a unos 300 m de la zona habitacional.
- Estructura: nichos en la roca y construcciones que funcionaron como tumbas –hoy en gran parte conservadas solo de manera fragmentaria–.
La separación espacial entre espacios de vida y áreas funerarias es típica de muchos asentamientos andinos y refleja la importancia simbólica de las rocas, los despeñaderos y las zonas de transición en la cosmovisión andina.
Experiencia paisajística en la ceja de selva
Illingaya se sitúa en plena ceja de selva, donde los Andes altos comienzan a transformarse en zonas boscosas más húmedas. Quienes lo visitan encuentran:
- Una vista panorámica sobre el valle del río Ollachea.
- Laderas empinadas, bancos de neblina y un mosaico de pastizales, matorrales y manchones de bosque.
- Un marcado contraste con el paisaje abierto y más árido del Altiplano, con expresiones culturales propias.
La caminata hacia el sitio deja en evidencia hasta qué punto paisaje, asentamiento y cultura están entretejidos en esta zona de transición.
Cómo llegar al sitio arqueológico Illingaya
El sitio arqueológico Illingaya se alcanza con mayor facilidad desde Macusani, pasando por el distrito de Ollachea. Desde allí, un tramo de caminata lleva finalmente al área arqueológica.
- Macusani – Ollachea: desde el paradero de minibuses de Macusani se toma una combi por carretera asfaltada hasta Ollachea (aprox. 52 km, unos 75 minutos).
- Ollachea – desvío a Illingaya: desde el paradero en Ollachea se continúa en taxi por la carretera en dirección al punto de acceso al sitio (aprox. 5 km, unos 10 minutos, vía asfaltada).
- Desvío – sitio arqueológico Illingaya: a partir de aquí comienza el camino a pie por un sendero hasta la zona arqueológica. El tramo es largo y exigente (unos 18 km, aproximadamente 4 horas de caminata).
Debido a la distancia y al desnivel, es recomendable empezar temprano por la mañana y llevar suficiente agua y provisiones.
Mejor época para viajar y horarios de visita
Illingaya puede visitarse durante todo el año. Sin embargo, por la larga caminata y el clima cambiante de la ceja de selva, una buena planificación es indispensable.
Horarios recomendados
- Periodo de visita: todo el año, con especial precaución en la época de lluvias (aproximadamente de noviembre a marzo).
- Horario recomendado: de 07:00 a 14:00 h; lo ideal es comenzar muy temprano, para evitar el calor del día y las posibles tormentas de la tarde.
Actividades para visitantes
Illingaya está especialmente indicado para viajeros amantes del trekking y la cultura, que valoran sitios remotos fuera de los circuitos habituales.
Arqueología, fotografía e investigación
- Fotografía y filmación: terrazas, muros, plataformas habitacionales y el sector funerario, enmarcados por el valle del río, ofrecen motivos muy atractivos.
- Estudios e investigación: Illingaya es un lugar ideal para estudiar estructuras de asentamiento preincaicas e incaicas en la ceja de selva.
Trekking y observación del paisaje
- Caminata / trekking: la larga ruta a pie desde el desvío hasta el sitio es una intensa jornada de alta montaña, con constantes ascensos y descensos.
- Observación del paisaje: a lo largo del camino se abren vistas cambiantes sobre el valle, las crestas vecinas y la vegetación de la ceja de selva.
Consejos prácticos para la visita a Illingaya
- Condición y experiencia: la caminata es extensa; se recomienda buena condición física y experiencia previa en senderismo de montaña.
- Equipamiento: botas de trekking resistentes, bastones de caminata, protección contra lluvia y viento, ropa de abrigo por capas, protección solar (sombrero, gafas, bloqueador).
- Alimentación: llevar suficiente agua y snacks; en el camino no hay servicios de alimentación.
- Seguridad: no ir solo, observar la evolución del tiempo y, en caso de neblina densa o lluvias fuertes, regresar a tiempo.
- Respeto por el sitio: no pisar ni dañar muros, terrazas o posibles estructuras funerarias, no extraer materiales ni dejar residuos.
Quien se anima a recorrer el camino hacia el sitio arqueológico Illingaya es recompensado con una mirada auténtica a la arquitectura de montaña y a la historia cultural de Carabaya, muy por encima del valle del río Ollachea, en el punto de encuentro entre los Andes altos y el bosque de neblina.

Mapa
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