Templo de Nuestra Señora de la Asunción de Azángaro – barroco «Templo de Oro» en el Altiplano de Puno

Resumen: Atractivo colonial entre la Plaza de Armas y la Plaza San Bernardo

El Templo de Nuestra Señora de la Asunción, en Azángaro, conocido también como el «Templo de Oro», es una de las iglesias coloniales más impresionantes del Altiplano de Puno. Situado entre la Plaza de Armas y la Plaza San Bernardo, combina el barroco español con el arte andino y sigue siendo hasta hoy un importante referente religioso, cultural y arquitectónico de la ciudad de Azángaro.

Historia del Templo de Nuestra Señora de la Asunción

Fundación en la época colonial

Los primeros indicios sobre la construcción de la iglesia datan del año 1572. La ejecución de la obra estuvo a cargo del maestro Pedro de Arismendi. El 15 de agosto de 1624 el templo fue solemnemente inaugurado, dedicado a la Virgen de la Asunción.

El templo original se construyó con tres arcadas (arcos torales), utilizando piedra, cal, adobe y teja. Tres portadas daban acceso al interior, cuyo techo estaba cubierto por un elaborado artesonado de estilo mudéjar, un techo de madera artesonada con influencia morisca.

Donaciones barrocas y esplendor artístico

A lo largo de los siglos, el Templo de Nuestra Señora de la Asunción fue enriqueciéndose continuamente:

• 1678: El obispo de Cusco, Manuel de Mollinedo, donó un espléndido retablo mayor barroco y un púlpito tallado en madera de cedro, al que hoy se accede a través de una escalera moderna.
• 1753: El párroco Bernardo Pardo de Villosmar embelleció la iglesia con platería repujada, imágenes de santos, pinturas y otros retablos.

Un reconocimiento especial merece el maestro Isidro Moncada, un artista de apellido Álvarez y varios pintores indígenas anónimos. Ellos crearon frescos y lienzos de colores vivos y trazo popular, entre ellos una representación de la «Última Cena» y la «Glorificación de San Francisco», ubicada en el coro y considerada una de las obras más antiguas de la iglesia.

Cambios estructurales y restauraciones

Durante los siglos XIX y XX, la estructura del templo fue modificada y reforzada en varias ocasiones:

• 1886: Desde el altar mayor hasta el coro se decoraron ambos lados con marquetería dorada, además de cornisas, zócalos y bancos de madera con remates tallados.
• 1917–1940: Se modificó el coronamiento de la torre.
• 1936: El sacerdote don Hilario Velazco reforzó los cimientos mediante contrafuertes laterales, vigas de hierro y anclajes de mampostería.
• 1941: El templo fue renovado integralmente y el 28 de julio de 1941 se volvió a consagrar solemnemente.

También las autoridades locales desempeñaron un papel importante: el cacique Choquehuanca mandó construir la Capilla de las Ánimas, mientras que los caciques Mango Turpo de Velásquez y Carcausto realizaron importantes donaciones.

Arquitectura y decoración interior

Estructura y distribución del espacio

El Templo de Nuestra Señora de la Asunción es un ejemplo típico de la arquitectura eclesiástica colonial en el altiplano del Perú, adaptada al clima y a la disponibilidad de materiales de la región.

• Materiales de construcción: piedra, cal, adobe y ladrillo.
• Techo: cubierta de teja con una techumbre de madera de estilo mudéjar.
• Portadas: tres portales que conducen al espacio interior principal.
• Bautisterio: situado a la derecha de la entrada principal, con una pila bautismal de piedra de diseño sencillo.
• Acceso a la torre: a la izquierda de la entrada principal se encuentra el acceso al campanario.

Retablos, púlpito y barroco mestizo

El actual conjunto de altares es un destacado ejemplo del barroco mestizo, en el que las formas europeas se fusionan con la simbología andina:

• Altar mayor: retablo de madera en estilo barroco mestizo, ricamente recubierto con pan de oro.
• Programa iconográfico: numerosos lienzos con escenas bíblicas que servían tanto para la enseñanza religiosa como para la representación artística.
• Sagrario: decorado con plata repujada, que subraya el carácter sagrado del centro litúrgico de la iglesia.
• Púlpito: fino púlpito barroco tallado en madera de cedro, donado por el obispo de Cusco en el siglo XVII.

Pinturas y frescos de maestros coloniales

La decoración interior está marcada por una gran cantidad de obras de arte colonial, cuyo estilo media entre la iconografía europea y el lenguaje visual local:

• Frescos y lienzos: obras de Isidro Moncada, Álvarez y artistas indígenas anónimos.
• «Última Cena»: pintura barroca popular de colores intensos y carácter costumbrista.
• «Glorificación de San Francisco»: ubicada en el coro, se considera una de las pinturas más antiguas e importantes del templo.

La campana María Asunta

En la torre de la iglesia se encontraba antiguamente la campana «María Asunta», fundida por Felipe Córdoba el 27 de julio de 1793. El mismo campanero realizó también la famosa «María Angola» de Cusco, lo que subraya la gran importancia de esta campana para la historia y la identidad de la región.

Significado religioso y veneración de la Virgen de la Asunción

En el centro del templo se encuentra la venerada imagen de la Virgen de Nuestra Señora de la Asunción, traída desde Barcelona a Azángaro. Es la patrona de la ciudad y constituye el eje simbólico de la vida religiosa local.

Cada año, el 15 de agosto tiene lugar la gran fiesta patronal en honor a la Virgen. Fieles de Azángaro y de toda la región de Puno participan en procesiones, misas y celebraciones tradicionales, una experiencia única para viajeros que desean conocer la estrecha relación entre cultura, fe y tradición en los Andes.

Ubicación y cómo llegar al templo

Emplazamiento en el centro de Azángaro

El Templo de Nuestra Señora de la Asunción se encuentra en el centro histórico de Azángaro, en la región de Puno, justo entre la Plaza de Armas y la Plaza San Bernardo. Está perfectamente integrado en el tejido urbano y se puede llegar fácilmente a pie.

A pie desde la Plaza de Armas

• Ruta: Plaza de Armas de Azángaro – Templo de Nuestra Señora de la Asunción
• Tipo de acceso: terrestre, a pie
• Tipo de vía: asfaltada
• Distancia: aprox. 100 metros
• Tiempo de caminata: unos 5 minutos

Mejor época para viajar y horarios de visita

El templo es un atractivo turístico accesible durante todo el año en Azángaro. Sin embargo, conviene planificar la visita teniendo en cuenta los horarios de apertura y las festividades especiales.

• Época recomendada para viajar: durante todo el año
• Horarios de visita: aproximadamente de 07:00 a 12:00 horas
• Días preferentes de visita: especialmente sábados, domingos y festivos, cuando se celebran con mayor frecuencia actividades religiosas y ceremonias litúrgicas.

Quienes visitan el templo durante la fiesta patronal del 15 de agosto lo vivirán como un vibrante centro de las tradiciones religiosas y culturales del Altiplano.

Actividades y experiencias en el Templo de Oro

Cultura, arte y arquitectura

• Observación de arte colonial: visita detallada de los retablos barrocos, las obras de platería, los frescos y las pinturas.
• Detalles arquitectónicos: descubrimiento del artesonado mudéjar, de la ornamentación barroca mestiza y de la estructura histórica de la iglesia.
• Profundización cultural: comprensión de la unión entre arquitectura colonial española y arte indígena andino.

Actividades religiosas y festivas

• Ceremonias religiosas: participación en misas, procesiones y momentos de oración.
• Fiesta patronal: celebración de la fiesta patronal del 15 de agosto en honor a la Virgen de la Asunción, un hito para los viajeros interesados en cultura y religión.
• Otras actividades religiosas: devociones, fiestas especiales y costumbres locales que dan forma a la vida espiritual de Azángaro.

Fotografía y documentación

• Fotografía y videograbación: la rica ornamentación interior, el juego de la luz con el dorado y la arquitectura colonial convierten al templo en un escenario ideal para reportajes fotográficos y audiovisuales.

El Templo de Nuestra Señora de la Asunción como destino de viaje

Como atractivo del Altiplano de Puno, el Templo de Nuestra Señora de la Asunción en Azángaro reúne de forma impresionante historia, cultura, religión y arquitectura. Sus retablos barrocos, el interior dorado y el arte colonial lo convierten en un ejemplo destacado del legado colonial en los Andes peruanos.

Para los viajeros interesados en el turismo cultural, amantes de la arquitectura y personas con interés histórico, este «Templo de Oro» es una visita imprescindible en cualquier ruta por la región de Puno: un lugar donde se encuentran la historia de la evangelización, el talento de los artistas indígenas y la viva religiosidad popular de hoy.