Q’eswachaka en Canas Perú
Q’eswachaka – El último puente colgante inca de Perú
El puente Q’eswachaka es uno de los monumentos culturales más singulares de Perú. Este último puente colgante que se conserva, construido íntegramente según la técnica tradicional inca y renovado cada año, se encuentra en el municipio de Quehue, en la provincia de Canas, a unos 156 kilómetros de Cusco. Está colgado sobre el río Apurímac, a unos 3.700 metros de altitud, y se fabrica íntegramente con la resistente hierba del altiplano Ichu, recolectada y procesada por los lugareños de la región.
Con una longitud de unos 33 metros y una anchura de 1,2 metros, el puente se eleva unos 30 metros sobre el río Apurímac y es un importante símbolo de la herencia inca. Cada año, los habitantes de los pueblos vecinos renuevan el puente en el marco de una ceremonia tradicional que se celebra la primera semana de junio. Este esfuerzo comunitario no sólo ha preservado el puente, sino que también es un ejemplo vivo de la cultura y el sentido de comunidad de los pueblos andinos, razón por la cual el puente y el ritual fueron declarados patrimonio cultural nacional de Perú en 2009.
Ubicación y viaje
El puente de Q’eswachaka se encuentra en las tierras altas de los Andes y se puede llegar a él desde Cuzco en unas tres o cuatro horas. Para la mayoría de los visitantes, se recomienda una excursión organizada de un día que comience en Cuzco. Estas excursiones cuestan unos 120 soles (unos 40 dólares) e incluyen transporte, comida y una visita guiada, a menudo con fascinantes explicaciones sobre la historia y el significado del puente.
Viajar por su cuenta: Si desea visitar el puente por su cuenta, puede tomar el transporte público vía Combapata y Yanaoca. Sin embargo, hay poco transporte regular, por lo que a menudo es necesario un taxi para las etapas finales. Debido a las dificultades y al tiempo que requiere, la mayoría de los turistas optan por la ruta organizada.
Historia e importancia cultural
El Q’eswachaka formaba parte de la extensa red de caminos de los incas, el Qhapaq Ñan, que cubría todo el imperio inca desde Colombia hasta Chile y Argentina. Los incas construyeron varios tipos de puentes, de madera, de piedra y colgantes, sobre profundos desfiladeros y ríos. Hoy en día, Q’eswachaka es el único puente de este tipo que se conserva y que se reconstruye cada año utilizando esta técnica tradicional.
El puente es un impresionante testimonio de la maestría ingenieril de los incas y del trabajo comunal que caracterizaba a la cultura inca. La ceremonia de hoy para renovar el Q’eswachaka refleja la estrecha conexión entre la población local y sus raíces. Esta tradición ha perdurado durante siglos y es una expresión viva del patrimonio cultural de los Andes.
La renovación anual: una ceremonia en cuatro etapas
Cada año, en junio, el puente se renueva por completo en el marco de un festival de cuatro días, una ceremonia en la que participan los pueblos vecinos de Choccayhua, Ccollana, Chaupibanda y Huinchiri. El desarrollo del ritual sigue de cerca la metodología tradicional inca:
- Primer día: las mujeres de la región tejen la hierba ichu en finas hebras, que forman la base de las gruesas cuerdas principales. Este proceso lleva mucho tiempo y requiere una gran habilidad.
- Segundo día: Se retiran las viejas cuerdas del puente y se tienden las nuevas cuerdas principales hechas de hebras gruesas, que sirven de armazón básico del puente.
- Tercer día: Se conectan y sujetan cuidadosamente los cables del puente. Hombres y mujeres trabajan juntos para que el puente sea lo más estable posible.
- Cuarto día: Una colorida celebración con música tradicional, bailes y platos regionales, a la que también están cordialmente invitados los visitantes.
Esta ceremonia no es sólo una tradición cultural, sino también social, que refuerza el sentimiento de unión de la comunidad del pueblo y transmite los conocimientos de las antiguas técnicas artesanales. Para los habitantes de la región, no se trata sólo de un deber, sino de un alegre ritual.
Consejos para los visitantes: clima y preparación
El clima alrededor del puente Q’eswachaka es duro e impredecible, típico de las regiones altoandinas. Las temperaturas se elevan a unos 20°C durante el día, pero pueden bajar a 0°C o menos por la noche. También puede llover en cualquier momento, por lo que es recomendable llevar impermeable y ropa de abrigo, sobre todo si se asiste a la celebración en junio.
El valor cultural y el turismo
El Q’eswachaka es hoy una importante atracción turística y simboliza la combinación de tradición y modernidad en Perú. Visitar esta estructura única y vivir la ceremonia anual no es sólo un viaje a la historia, sino también una oportunidad para sumergirse en la cultura de los Andes. El puente muestra lo viva que sigue estando hoy la antigua tradición inca y ofrece a los visitantes una impresionante conexión con el pasado de Perú.
La importancia del puente se hace tangible a través de la participación en el festival anual de renovación: No es sólo una estructura, sino un símbolo de comunidad, historia e identidad cultural. Merece la pena visitarlo para todos aquellos que quieran vivir la historia de Perú de una forma auténtica y busquen una conexión más profunda con la rica cultura de los Andes.
Foto de portada: Leonard G.